martes, 31 de julio de 2012

El "girly side"




"Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas".

 

La frase que encabeza este artículo fue concebida por el escritor irlandés Oscar Wilde y puede servir de punto de partida para una idea que quiero expresar. Se trata de lo poco que a veces los hombres entendemos a las mujeres, incluso el propio Wilde siendo homosexual (que dicen que están más cerca de la sensibilidad femenina) mostró sus dudas para ello. Es cierto que muchas incomprensiones son difíciles de resolver, pues en ocasiones las mismas mujeres no se entienden a sí mismas, pero creo que los hombres llegaríamos más allá si cultiváramos nuestro "girly side", nuestro lado femenino.

Hay muchos hombres que no saben tratar al otro sexo porque no se preocupan de desarrollar ese "girly side", esos aspectos en común que compartimos con las mujeres. Yo era uno de ellos cuando cumplí la mayoría de edad, tras haber recibido una educación machista en mi infancia no tenía ni idea de cómo actuar delante de una chica. Por entonces ya hacía tiempo que me atraían físicamente, pero me daba miedo tratarlas de tú a tú. Conocía las claves por las que se movían las relaciones masculinas, pero ante las mujeres no sabía ni qué hacer ni de qué hablar. Desde pequeño me habían inculcado que no debía meterme en "cosas de niñas" y a tal punto llegó la historia que hasta me disgustaba que en las películas flirteara el protagonista con la chica de turno, porque sentía que le estaba distrayendo de hacer "cosas de tíos" y le llevaba por el mal camino.

Como para tantas otras cosas, el salir de casa me abrió la mente y cambió mis ridículas percepciones. La carrera de Periodismo tenía un porcentaje mayoritario de mujeres y eso me favoreció para empezar a tratarlas, superando poco a poco mis complejos. Comprendí que no me llevaban por el mal camino ni me distraían de las "cosas de tíos" e incluso había muchas veces que me identificaba con ellas en cosas que decían. Dejé de sentirme nervioso en su presencia y empecé a interesarme por su mundo.

A los que les han prohibido una cosa, acuden a ella con mayor entusiasmo y eso es lo que yo hice con el mundo femenino. Descubrí que con ellas podía hablar de cosas que con los hombres no estaban bien vistas o no podían comprender (sé que generalizo, pero cuando comentas en un grupo de hombres que te gusta una mujer sólo les va a interesar si está de buen ver, mientras que por el otro lado puedes obtener consejos mucho más valiosos). Descubrí que ellas cuidaban mucho más el aspecto emocional y la verdad es que yo me sentía más cercano a eso, a tratar de analizar qué es lo que me pasaba por dentro en vez de negármelo diciendo que eran "mariconadas".

También por curiosidad me puse a ver películas que hasta entonces no habría visto ni en pintura por considerarlas pastelosas (tipo "Princesa por sorpresa" o "Una rubia muy legal", que aunque no me disgustaron me parecieron un poco ñoñas, por cierto) o a leer libros que hablaban sobre ellas y algunas de sus inquietudes vitales (la obra completa de Jane Austen o "Madame Bovary" fueron las más instructivas). Con esta mezcolanza de trato personal y aprendizaje a través de la cultura pude ir superando mis carencias iniciales.

No con ello quiero decir que lo sepa todo, es un conocimiento que continúa en el día a día, que no se detiene. Porque una cosa está clara, cada persona es un mundo y aunque hay algunos puntos en común, existen unas peculiaridades que sólo tiene esa persona. Por ello considero que sigo aprendiendo cada vez que descubro en una mujer un nuevo detalle de su personalidad.

Y es que los hombres deberían tratar de profundizar en su "girly side", no tratar de negarlo, no van a ser menos masculinos por ello. A mí me ha venido muy bien, no sólo para sentirme cómodo entre mujeres sino también para saber gestionar mi propio mundo interior. Para darme cuenta de qué es lo que me pasa, de reconocerme en sus sensaciones y pensamientos.

Para encabezar la entrada he elegido un paisaje en el que predomina el color violeta, un color de esos que tradicionalmente ha sido considerado como "de chicas" y que a mí me gusta mucho. Cosas del "girly side".

4 comentarios:

  1. Hiciste muy bien, en cambiar y aprender.
    Seguro que tus parejas lo agradeceran muchisimo.

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    1. Siempre se está a tiempo de aprender, aún sigo aprendiendo cosas y las que me quedan.

      De todos modos, he conocido mujeres que tuercen el gesto al ver a hombres que traten "de entrar en su mundo" por así decirlo. Como que les incomoda ver a un hombre fuera del tópico del machito que solo está pendiente de cosas de tíos. Imagino que la educación machista influye a los dos sexos a la hora de asumir roles

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  2. Somos complicadisimas pero vosotros no os quedais cortos eh? Y los que soleis complicarnos más sois vosotros así que a ver qué hacemos! Claro que a nosotras por otro lado nos encanta complicarnos...Ay! Qué lio!

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    1. No sé, yo creo que eso que se dice de que los hombres somos más simples tiene su parte de verdad. Con todo lo que le doy vueltas a las cosas, hay momentos en los que prefiero no complicarme e ir a lo más sencillo.

      Y sí, hay hombres muy liantes por ahí, pero yo creo que son los más infantiles, que son como niños que no saben lo que quieren o que se encaprichan con una cosa diferente a cada momento

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