martes, 12 de marzo de 2013

Lágrimas




Hoy he estado pensando sobre el tema de las lágrimas, esa reacción química que sirve para lubricar y limpiar el ojo de impurezas y que tantas veces manifiesta estados de tristeza.

Yo fui educado en la convicción de que los hombres no lloran, que eso era cosa de niñas. Que si te daban una torta otros niños no llorabas, tratabas de devolverla como un hombre y si te la daba un adulto te aguantabas, pero nada de lloriqueos. Esa fue una idea que se fue fraguando en mí, pues al fin y al cabo es lo que hacían los demás niños y al que lloraba le llamaban nenaza y cosas por el estilo.

Como les he dicho en otras ocasiones, ha sido con el paso de los años cuando he ido desarrollando mi parte emocional, he aprendido a amar, a tocar a otra gente, a expresar mis sentimientos. A darme cuenta de que no hay nada malo en que los hombres expresemos nuestros sentimientos, que de hecho muchas veces es positivo para evitar tantas represiones que nos crean traumas de lo más variado. Sin embargo, hay algo que todavía practico bastante poco o casi nada, como es el asunto de llorar.

Lo de llorar lo he identificado siempre como algo grave y extremo, para mí ver a alguien llorar es ver a alguien que está sufriendo mucho, que es presa de un gran dolor y me impresiona bastante. Con la experiencia me he dado cuenta de que hay mucha gente que llora como algo catártico, terapéutico, que están sufriendo por algo (no tanto como yo pienso) y que lo alivian con el llanto. Mucha gente ve películas tristes o escucha canciones melancólicas para llorar, porque desean echar unas lagrimillas y así soltar el lastre. Para ellos el llanto es algo más natural, no tan extremo como a mí me parece y en cierto modo me parece admirable.

De todos modos, si veo llorar a un hombre la reacción instintiva que me viene es que se equivoca al hacer eso, que debería apretar los puños y tragarse la pena. El tiempo me ha demostrado que eso es un error, pero sigo siendo un hombre parco en lágrimas, de hecho no recuerdo la última vez que lloré de forma ostensible.

Desde entonces no han faltado ocasiones merecedoras de llanto, pero a lo más que he llegado ha sido a tener los ojos humedecidos o a que se escapara alguna lágrima furtiva. En los momentos de bajón sigo tragándome la pena en lugar de probar los efectos catárticos de una buena llorera. De cualquier modo, cada vez que veo a alguien llorar me inspira una ternura tremenda y me deshago por dentro. Así como instintivamente me resisto a llorar, también el instinto me lleva a tratar de ofrecer todo el cariño posible para consolar a la persona que llora.

De todo ello podemos deducir que unas lágrimas de vez en cuando pueden venir hasta bien. Y aún mejor si enseguida volvemos a sonreír, esa reacción que da tanta hermosura a los rostros.

8 comentarios:

  1. Me sucede lo mismo si veo llorar a alguien me desmonto aunque este enfadada con ella o el no puedo evitar darle cariño.
    Si es a un hombre se me parte el corazon debe ser porque no estoy acostumbrada.
    Y yo, lloro con muchisima facilidad porque no lloro solo de tristeza también de muchisima alegría, cuando algo es muy bello una canción, por las peliculas, por el sufrimiento ajeno aunque sea viendolo a traves de una pantalla y cuando veo bondad o generosidad entre desconocidos lloro irremediablemente.

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    1. Yo me siento conmovido por las lágrimas ajenas, porque para mí no es algo fácil de expresar y lo relaciono con situaciones muy extremas. Por eso me llama la atención esa gente que llega a casa después de un día regular en el que no ha pasado nada especial, simplemente ha sido un poco gris y se ponen a llorar hasta que se les pasa el disgusto.

      Sobre las cosas que me producen lágrimas, alguna hay, pero es algo que prefiero hacer en soledad, creo que debía tener 12 años la última vez que lloré en público. No puedo evitar sentir que es síntoma de debilidad y que vas a perder valor a ojos de los demás por mostrarte débil

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  2. Yo no lloro, a mi me sudan los ojos :-P

    Bueno y he de decir que es verdad, cuando salgo a correr me suda mucho el ojo derecho, me caen unos lagrimones...menos mal que últimamente llueve y las lagrimas se disimulan, pero otras veces debo dar pena sí...

    Creo que la última llorera de verdad de mojarme toda la cara...fue con "La lista de Shindler", yaaa ya sé que suena estúpido pero es que estaba yo en días sensibleros y sola así que aproveché a echarlo todo. La verdad es que desahoga y sienta genial, antes tenía más facilidad pero ahora trago, y la verdad es que no tengo motivos para ponerme en plan María Magdalena. Eso sí no puedo ver llorar a nadie porque entonces empiezo yo es como el bostezo, me emociono facilmente pero nada alguna lagrimilla no más.

    Un beso!

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    1. Bueno, con "La lista de Schindler" se entiende, porque Spielberg ahí busca la lagrimilla en más de una ocasión. Con otras de su género como "El pianista" de Polanski no pasa, porque simplemente te deja noqueado.

      A mí cuando veo llorar a alguien tengo sensaciones contradictorias, porque por un lado pienso "pobre, voy a consolarle" y por otro lado no puedo evitar sentir ganas de decir "déjate de dramas y sigue hacia adelante", cosas que me digo a mi mismo cuando lo paso mal. El tema este me provoca reacciones encontradas, sin duda.

      Otro beso para ti también

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  3. Recuerdo que una vez en el cole le pregunté a mi profesor de bilología por qué lloramos al hacernos daño, o sea, ¿qué objetivo tiene llorar cuando te das un golpe?, ¿que mecanismo lo provoca?. El muy gilipollas me respondió que lloramos porque nos duele, consiguiendo la carcajada de toda la clase y que mi fe en la docencia cayese en picado.

    Es bastante machista inculcarle a los niños que llorar está mal y que es cosa de chicas, como si a las tías nos molase que nos vieran llorar en público. Desde luego está más aceptado, mejor visto, ver a una mujer llorando que a un tío, pero no debería ser así. Todos somos personas. Hay hombres muy sensibles y mujeres frías como demonios.

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    1. Me quedo con esa última frase porque es muy cierta, muy buena. La verdad es que la cosa ha sido y sigue así, los chicos no lloran, los chicos deben pelear, como decía la canción. Está el tópico instintivo de que el macho debe ser fuerte y dominante, por eso no debe permitirse la debilidad de llorar, porque es un modo de perder su masculinidad a los ojos de los de su especie.

      Y el caso es que más allá de educaciones e influencias sociales, esto sigue siendo así. El otro tópico de que las mujeres prefieren a hombres seguros de si mismos se inspira en este tipo de comportamientos instintivos, en que se ven atraídas de forma inconsciente por hombres que muestren fuerza y dominio, con lo que no hay sitio para las lágrimas. Si acaso alguna vez muy de vez en cuando puede ser tierno, pero más allá de eso se transmite inconscientemente una debilidad que hace perder el atractivo de la seguridad.

      Del mismo modo que siempre se prefiere a los que transmiten liderazgo y los llorones acaban cansando, es algo que ocurre. Me doy cuenta de que tiene algo que ver con lo que comentaba el otro día de llorar las penas en soledad porque nadie va a venir, no podemos dejar de lado el poder del instinto y lo inconsciente en nuestros actos

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  4. "Las lágrimas, esa reacción química que sirve para lubricar y limpiar el ojo de impurezas y que tantas veces manifiesta estados de tristeza", y otras muchas de emoción también.

    Yo soy una llorica, y mucho más cuando estoy a solas, en mi cuarto, escuchando música o viendo alguna película. Prácticamente diría que todos los días una lagrimita se me escapa, una o muchas, todo depende de su por qué.

    Suelo llorar más de emoción, que de tristeza en sí. O tal vez, esas dos emociones se mezclan y no consigo averiguar ese por qué, que muchas veces me ocurre. Lloro sin motivo aparente. Pero necesito hacerlo. También suelo llorar de la risa, y mucho.

    Y sí, eso de que lo de llorar en los hombres no está bien visto, olvídalo. Eso era antes, y esta sociedad ha cambiado, y es un poquito difícil contener dentro tantas emociones y sentimientos sin sacarlos a la luz, tantas reacciones por momentos.
    Aún así, soléis tener un par de cojones para aguantaros (y perdona que lo diga así).
    Pero créeme, es bonito, en cierto modo, veros llorar alguna vez.

    Eso sí, no me van los llorones/as de turno y los que van de victima por la vida. Porque muchos de ellos, son los que luego no saben escucharnos a nosotros cuando estamos con el agua al cuello a punto de ahogarnos.

    Todo tiene un límite, y llorar también lo tiene. Pero las lágrimas suelen tener un efecto sedante y nos calman.

    Una entrada muy interesante, como siempre.

    Un abrazo.

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    1. Por lo que dices eres de las personas que tienen la capacidad de gestionar las lágrimas, para las que llorar no tiene que ser un acto extremo, sino un acto más de la vida.

      Lo de mostrar sentimientos en los hombres es algo en lo que se va avanzando, pero el inconsciente y el instinto influyen mucho en según qué comportamientos. Yo he estado en contacto con muchos hombres y que fluyan sentimientos de verdad es algo muy poco frecuente aunque estén pasando por cosas dificiles, por ese miedo a mostrar debilidad o la incapacidad de explorar su mundo interior.

      Creo que cuando se dice de un hombre que no se le entiende es porque ese hombre ha decidido ser opaco en lo emocional y por eso nadie salvo él mismo conoce sus verdaderas motivaciones (a veces ni él mismo las conoce por no saber gestionar ese bagaje emocional).

      Otro abrazo para ti

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