jueves, 21 de marzo de 2013

Celebrities

Pues ya hemos empezado la primavera, la estación de las flores, la que la sangre altera, la que trae las alergias y demás historias. Otro de los tópicos que no podían faltar es la llegada del anuncio de "El Corte Inglés", que hasta que la superficie comercial no dice que es primavera ésta no llega del todo.



Ayer vi uno de los cartelones anunciadores, en el que este año están las actrices Goya Toledo, Aitana Sánchez-Gijón y Blanca Suárez (siento debilidad por estas dos últimas, bellísimas) y al verlo no me dio por pensar en primavera, sino en la exposición pública a la que se ven sometidas las personalidades más conocidas. No sé como me sentiría si viera por la calle mi efigie inmortalizada en carteles, imagino que al principio me hincharía como un pavo, con la vanidad satisfecha, pero no tardaría en sentirme expuesto y observado.

En nuestra sociedad existe una gran admiración por la gente famosa, que hace que los veamos como seres superiores, como si estuvieran un poco por encima del bien y del mal. Es una extraña fascinación que nos alcanza a todos, que si vemos de cerca a uno de esos famosos nos sentimos cohibidos y avergonzados, sin pararnos a pensar que al fin y al cabo son personas como nosotros, con sus virtudes y sus defectos.

Yo tuve la oportunidad de entrevistar un día a Blanca Suárez dentro de un cine, en la presentación de una de sus películas y al principio estaba nervioso, con miedo de no estar a la altura y de parecer un admirador idiota y a los pocos minutos me di cuenta de que estaba ante una chica de veintipocos años, como tantas otras que he conocido, que no me iba a tragar ni nada por el estilo. Muy guapa y muy cercana en las distancias cortas y con la que estuve hablando durante un rato más después de la entrevista y ella comentaba cómo sobrellevaba con algo de cansancio las largas jornadas de promoción, con una entrevista detrás de otra. La fama del otro es algo que al principio siempre impresiona y bloquea mucho aunque te repitas que estás delante de una persona como tú. Porque idolatramos a los famosos, aunque sea inconscientemente y les atribuimos muchos de nuestros anhelos y deseos.



Claro que también la historia está llena de ídolos caídos y hay mucha gente que pone a caldo a toda esta gente por sistema, por envidiar su éxito o por afán de hacer sangre. Internet está lleno de foros en los que se habla sobre toda esta gente famosa y se vierten opiniones de todo tipo, desde los que darían su vida por su persona favorita a los que desean que esa persona sea borrada del mapa. Seguramente ninguno de los que opinan conocerá a la persona famosa a la que aman u odian, pero ello no es un obstáculo para decir de todo.

Y es que uno de los aspectos de ser una "celebrity" es el sometimiento al juicio público, construido a veces por retazos incompletos o filias y fobias poco justificadas. Los famosos generan tantos cariños como odios (depende de los casos los cariños superan a los odios o viceversa) y su vida está expuesta al escrutinio público, a que los demás vean a donde van de vacaciones, con quien se relacionan y sus aciertos y errores vitales. A ser retratados a todas horas y a buscar la ocultación para tratar de evitarlo. El precio de la fama según dicen.



Por eso siempre digo que no querría ser famoso, aunque a veces pueda desearlo. Ese es un sueño que supongo que tenemos todos alguna vez, ser famoso y que todos nos digan lo buenos que somos y que nos quieran mucho. Pero luego me pongo a pensar en la pérdida de la privacidad, en ser señalado y que me mire todo el mundo allá donde voy, a ser fotografiado en cualquier situación para que lo vean todos o a que haya gente que me ponga a parir sin conocerme y ya me gusta mucho menos. Me parece que es una presión que no aguantaría.

Con todo ello, creo que me quedo con mi actual anonimato, siendo conocido por un número determinado de personas y pudiendo ir por la calle con la tranquilidad de no sentirme observado.

7 comentarios:

  1. Buen post. Es cierto que todos hemos deseado alguna vez ser famosos. Yo al final he decidido que prefiero ser reconocida por mi trabajo en un círculo no muy amplio. Nada de carteles promocionales, de anuncios en televisión ni de ser perseguida por nadie. De eso todo el mundo se cansaría, ¿no? A veces no sé cómo pueden tener tanta capacidad de aguante algunos famosos, pero ya se sabe que es el precio a pagar por la fama...

    Besos :)

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    1. Lo de ser famoso tiene su parte buena, cuando te abre muchas puertas que los seres anónimos no podemos abrir, pero tiene la parte mala de la exposición pública, de sentirte observado y juzgado en lo que haces. Y es curioso como muchos famosos que dejan de serlo echan de menos esos tiempos en los que creían estar por encima del bien y del mal, les cuesta volver a ser gotas en el océano de la humanidad

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  2. Yo ya soy toda una celebrity en mi pueblo, soy "esa que corre". Cualquier día me piden un autógrafo XD.

    Bueno ahora en serio, jamás, quise ser famosa, ni siquiera llegar a "popular", así siempre me mantuve en el grupo de los desapercibidos marginados. Nunca me he sentido a gusto siendo el centro de atención, he tenido que serlo durante minutos ya fuera en clase exponiendo, dando alguna charla, o haciendo el tonto oficiando bodas ficticias y siempre he odiado esa sensación de que todos me miren. Si encima añadimos que tengo que ir perfecta todo el día porque lo mismo me sacan una foto recién levantada tomando el desayuno en la terraza...pues apaga (que hay que ahorrar) y vámonos.
    Y piénsalo ¿quién hay más famoso y mas odiado que un político?...a veces pienso que lo que ganan es más bien una indemnización por todas esas palabras malsonantes que les dedicamos a diario a ellos y sus progenitores.

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    1. Hombre, lo de vivir en lugares más pequeños es lo que tiene, que al haber menos gente que observar las personas se fijan más entre ellas, por eso reconocen enseguida al forastero.

      Yo también fui de los que odiaba salir a exponer a la pizarra y muchas veces no levantaba la mano en clase aunque supiera la pregunta por timidez y un poco por temor a que me llamaran empollón. Aunque las veces que me atreví y acerté me sentí la mar de bien, todo hay que decirlo.

      Y cuando alguien me mira en la calle por lo que sea ya me da por pensar el motivo de haberme mirado y si será por algo malo, en lugar de pensar que sea por algo bueno. Así que como para que me mirase todo el mundo, no podría con ello

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  3. Ayer lo vi yo en la tele y sabía que tarde o temprano (me) lo comentarías...

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    1. Hombre, claro que sí, estando Aitana y Blanca Suárez era difícil que no me gustase, que nou? Que son otras y lo mismo ni presto atención, jajaja

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  4. Te reconoceré que como actriz tiene cosas por mejorar, pero da mejores sensaciones que otro intérpretes de su generación y como belleza yo he estado delante suyo y en persona mantiene el encanto que se le ve en las fotos, además de que la vi modesta, para nada crecida.

    Su caso sin embargo puede ser como el de otros muchos que llegaron antes que ella, que hoy estás en la cresta de la ola, pero jovencitos guaperas siempre siguen saliendo y tarde o temprano se olvidan de ti si no te reinventas. Veremos donde está la chica en unos años, porque en ese neegocio si ya es difícil llegar, aún más difícil es mantenerse.

    PD: Empézó con ún día digno de la estación, pero se ha puesto lluviosa, eso es por la Semana Santa. Enseguida empezará a mejorar

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