martes, 23 de abril de 2013

"To the wonder", una reflexión sobre el amor

Hay películas que no sabes apreciar hasta que tienes una determinada edad y tu bagaje vital te permite comprender algunas cosas que si las hubieras visto antes no habrían tenido el mismo efecto. Así hay películas que detestamos porque no acabamos de comprender lo que pasa y si volvemos a verlas con el paso de los años entendemos mucho mejor lo que querían decir. Digo esto, porque para ver el cine de Terrence Malick es imprescindible un poco de bagaje cinéfilo, acercarse a su obra así por las buenas puede ser un tanto árido si no se avisado.



Terrence Malick es un director estadounidense que debutó en los 70 con "Malas tierras" y "Días del cielo", dos cintas ambientadas en la América profunda que le granjearon la atención de la crítica antes de desaparecer de la vida pública. Poco amigo de darse a conocer (es dificil encontrar imágenes suyas, no da entrevistas y en sus contratos incluye una cláusula para no aparecer en ningún material promocional de sus películas), pasaron 20 años antes de que volviera a dirigir, con la celebrada "La delgada línea roja". Estrenada el mismo año que "Salvar al soldado Ryan", ambas eran dos películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, aunque de tono muy diferente. Si la de Spielberg apostaba por el espectáculo, la de Malick lo hacía por el intimismo y la reflexión psicológica, dejando patentes unas inquietudes metafísicas que luego se han seguido produciendo en toda su filmografía. Tras hacer su particular visión del mito de Pocahontas en "El nuevo mundo" y sobre el sentido de la vida en "El árbol de la vida" (esa película que descubrió a la estupenda Jessica Chastain y provocó abandonos masivos de espectadores de las salas por su tono filosófico), ahora reflexiona sobre el amor en su último estreno, "To the wonder".




"To the wonder" está protagonizada por Ben Affleck, que da vida a Neil, un estadounidense que en Francia conoce a Marina (Olga Kurylenko), una mujer divorciada con una hija, de la que se enamora y la lleva consigo a un pequeño pueblo de Oklahoma. Sin embargo, una vez en Estados Unidos, la relación entre ambos se resiente por la apatía de él y la falta de adaptación de ella a su nuevo entorno. Además, Neil se reencuentra con un antiguo amor de juventud, Jane (Rachel McAdams), por la que también empezará a sentir algo. En medio del triángulo, Javier Bardem interpreta al padre Quintana, un sacerdote con problemas de fe.




"To the wonder" forma parte del aluvión creativo en el que parece haberse instalado Malick en los últimos años, quizá consciente de que su tiempo se acaba y que aún le quedan muchas historias por contar. De hecho tiene ya tres películas en fase de montaje, una fase en la que el director suele necesitar varios meses para cortar el extenso material que siempre rueda. Es conocida su costumbre de dejar fuera o cortar a la mínima expresión papeles que parece que iban a tener gran importancia en la trama, sea quien sea el actor. En "To the wonder" se han quedado fuera del montaje las tramas que protagonizaban Michael Sheen, Amanda Peet, Rachel Weisz, Jessica Chastain o Barry Pepper, a los que en ningún momento llegamos a ver, centrándose el largometraje en los cuatro actores protagonistas.




Lo que queda claro es que Malick hace un cine que no deja indeferente, o te interesa o te parece detestable. Una voz en off que suele más evocadora que explicativa, su gusto por las imágenes preciosistas de la naturaleza o el uso frecuente de música en lugar de diálogos para expresar las emociones, son los ingredientes habituales, que también se hacen presentes en "To the wonder". Podríamos decir que las películas de Malick son más una poesía que una novela, en la que no hay una narración concreta, sino una serie de metáforas, imágenes y sensaciones que interpelan a las emociones y los sentidos, más al inconsciente que al cerebro, en las que el espectador debe llenar los huecos vacíos.



Aquí sabemos poco sobre las motivaciones de Neil a la hora de querer a las mujeres, se le ve como un personaje apático que apenas habla y que no se sabe muy bien que siente. De los personajes de Olga Kurylenko y Rachel McAdams vemos que son mujeres soñadoras e inquietas, que no se conforman con seguir el camino establecido y que buscan el amor como un sentido a sus vidas, algo que les lleva a acabar chocando con el circunspecto Neil. Mientras tanto, somos testigos de la crisis de fe del padre Quintana, que ha perdido la convicción en sus discursos religiosos y busca también el sentido vital en el amor, aunque de otro tipo.


"To the wonder" deja patente la capacidad de Malick para generar imágenes poderosas y crea una de esas películas que dejan poso después de verlas, de las que siguen en tu cabeza cuando ya ha pasado un tiempo. Donde más flaquea es en su tramo final, donde Malick parece perder un poco el norte y empieza a repetirse a sí mismo y a caer en la sensación de cansancio y de parecer que no sabe cómo terminar que muchas veces dejan sus largometrajes. Entre sus actores destaco la labor de unas bellísimas Olga Kurylenko y Rachel McAdams (aunque de esta última se echa en falta un poco más de metraje), como esas mujeres románticas y soñadoras y a Javier Bardem como el cura con problemas de fe. Ben Affleck luce su habitual cara de palo, aunque aquí le viene como anillo al dedo a su frío personaje.




"To the wonder" es una de esas películas que hay que ver si se está despejado y sabiendo lo que se va a ver, porque lo de ser película pasatiempo no va en su naturaleza. Es toda una reflexión sobre el amor, sobre cómo el amor te supera, cómo uno puede crecer y el amor no, lo que duele querer a alguien de la forma que te quiere a ti, cómo hay gente hermética que nunca habla de sentimientos y que nunca nadie está preparado para el ocaso de una relación. Un amor que se acaba o, en el mejor de los casos, dura para siempre.


2 comentarios:

  1. Justo ayer fui al cine y estuve a punto de entrar a ver esta peli. Me alegro de no haberlo hecho, porque no estaba yo para tantas profundidades. Reconozco que no sabía que era el mismo director de "El árbol de la vida", porque entonces sí que no me lo habría planteado. Soy de esas personas que no llegaron al final de la peli, y mira que me gusta que me hagan reflexionar... Pero no le pillo el punto.

    Una reseña fantástica. Quizá deberían entregarla junto con la entrada para que vayas con una idea previa un poco masticada :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hubo muchos que se fueron de "El árbol de la vida" espantados cuando vieron lo de los dinosaurios y lo demás, que viendo que salían Brad Pitt y Sean Penn se hicieron una idea equivocada de lo que iban a ver.

      Como ya digo, Malick no es plato para todos los gustos y hay veces que me satura su forma de hacer cine, pero aún así creo que es capaz de hacer cosas que le convierten en un autor con personalidad.

      No estaría mal que usaran la reseña mía, yo encantado, jajaja

      Eliminar