martes, 9 de julio de 2013

"La mejor oferta" y "Star Trek: En la oscuridad", personajes planteándose su ser

 
“¿Cómo es vivir con una mujer? Como una subasta, nunca sabes si eres su mejor oferta”

 
Este fin de semana fui a mi habitual cita con el cine a mezclar un poco los géneros y vi un drama romántico con toques de thriller ambientado en el mundo del arte y una gran superproducción desarrollada en un próximo futuro. Hoy hablaré de "La mejor oferta" y "Star Trek: En la oscuridad".

En "La mejor oferta" Virgil Oldman (Geoffrey Rush) es un hombre solitario. Un excéntrico experto en arte y agente de subastas, muy apreciado y conocido en todo el mundo. Su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento afectivo hasta que conoce a una hermosa y misteriosa joven (Sylvia Hoeks) que le encarga tasar y vender las obras de arte heredadas de sus padres. La aparición de esta joven, que sufre de una extraña enfermedad psicológica que la mantiene aislada del mundo, transformará para siempre la vida de Virgil.
 
 
"La mejor oferta" es la nueva propuesta de Giuseppe Tornatore, un director al que se conoce sobre todo por sus relatos nostálgicos de la Italia de hace décadas, como "Cinema Paradiso" y "Malena" y cuya anterior película, "Baaría" era su particular revisión de su infancia en un pueblo siciliano, con ese retrato de caracteres tan pasionales y exagerados que siempre nos ha brindado el cine transalpino, tan cercano al nuestro en su costumbrismo. Con "La mejor oferta", Tornatore vuelve al territorio del thriller, que ya abordara en los 90 con "Una pura formalidad", aquella curiosa película protagonizada por Roman Polanski y Gerard Depardieu. Esta vez lo hace envolviendo al filme del aura de drama romántico, narrando la curiosa historia de amor entre un hombre que vive alejado del mundo y cuyo único interés es el arte y de una mujer también aislada por una extraña forma de agorafobia.
 
 
Lo mejor de la película es la construcción de su personaje protagonista, ese hombre que lleva guantes para evitar el contacto directo con el resto de personas y que solo se siente verdaderamente conectado al mundo a través del arte, el único momento en el que se quita los guantes para tocar las obras. Especialmente turbadoras y tristes son las visitas del personaje de Oldman a ese cuarto que tiene en su casa donde las paredes están decoradas con retratos de mujeres, esas mujeres a las que teme y adora por igual. Esas mujeres que le miran mientras se pregunta si algún día alguna de ellas se hará realidad. La extraña joven podría ser una de esas chicas del cuadro, una mujer con la que tiene que hablar a través de una pared y que se convierte en el único ser humano que Oldman desea conocer, un ser humano del que se va enamorando mientras pide consejos a un compañero (Jim Sturgess), un joven artesano del que envidia su éxito con las mujeres.


Como no podía ser de otro modo, Geoffrey Rush está espléndido y una vez más demuestra lo capaz que es para cualquier papel que le pongan por delante (tiene el récord de haber ganado los premios más importantes del mundo de la interpretación, el Oscar, el Globo de Oro, el BAFTA, el Emmy y el Tony). La desconocida Sylvia Hoeks cumple bien como la perturbada señorita Ibbetson y Jim Sturgess muestra que está a la espera de un papel protagonista en alguna superproducción que le lance a la fama, mientras que Donald Sutherland cumple con creces el rato que sale en pantalla como el amigo coleccionista que ayuda a Oldman a conseguir en las pujas lo que le interesa. A ello le sumamos una estupenda partitura de Ennio Morricone (colaborador habitual del director) y obtenemos una película muy interesante, que falla algo en su tramo final.


Debo confesar que lo que menos me gusta de esta película es el final, donde se destapa la sorpresa, donde más se notan los mecanismos del thriller y donde eché más en falta esa sobriedad y esa sensibilidad que se venían mostrando hasta entonces a la hora de narrar esa historia de dos corazones solitarios que se comprenden mutuamente mientras el resto del mundo los ignora. Hay ciertos guiños a ese Hitchcock voyeurístico y obsesivo de películas como "Vértigo", unas referencias que quedan un poco ahogadas por el sorprendente giro final.
 
 
Una película que con todo ello es de las que se queda en la cabeza un tiempo después de haberlas visto por la gran melancolía que desprende y con algunas citas para el recuerdo, como la que encabeza esta entrada.
 

Por su parte, en "Star Trek: En la oscuridad" cuando a la tripulación de la nave Enterprise le ordenan que regrese a casa, descubren una imparable y terrorífica fuerza que, desde dentro de su organización, ha hecho saltar por los aires la flota y todo lo que esta representa, sumiendo al mundo en una profunda crisis. Con un asunto personal que resolver, el capitán Kirk (Chris Pine) encabeza una incursión a un planeta en guerra para capturar a un hombre que es un arma de destrucción masiva (Benedict Cumberbatch). A medida que los personajes se van sumergiendo en una épica partida de ajedrez a vida o muerte, el amor se verá puesto a prueba, las amistades se romperán, y habrá que hacer ciertos sacrificios por la única familia que le queda a Kirk: su tripulación.
 
 

"Star Trek: En la oscuridad" es la nueva propuesta de Jeffrey Jacob Abrams, más conocido como JJ Abrams, un hombre que comenzó su carrera en los 90 como guionista a sueldo de películas tan variopintas como "A propósito de Henry" y "Armaggedon" (por el que fue nominado al Razzie al peor guión) y creando series de corte juvenil como "Felicity" (ideada junto a su amigo Matt Reeves, después director de películas como "Monstruoso" y "Déjame entrar"). El primer punto de inflexión de su carrera llega a partir de 2001 con "Alias" una serie de intriga y acción en la que Jennifer Garner daba vida a una sexy agente de la CIA. A partir de ahí, el nombre de Abrams empieza a ser reconocido en el mundo televisivo y su confirmación llega pocos años después con "Perdidos", una serie de culto que se convirtió en objeto de devoción por fans en todo el mundo. A raíz de eso, el cine llamó a su puerta y Tom Cruise le puso al mando de la tercera entrega de "Misión imposible", en su debut como director en la gran pantalla. Desde entonces ha firmado "Star Trek", "Super 8" y esta nueva entrega de las aventuras del capitán Kirk y el señor Spock mientras no ha dejado de producir y apadrinar productos en televisión ("Fringe" o "Person of interest") y ahora será el encargado de hacer las nuevas películas de la saga Star Wars, con lo que dejará su huella en ambas sagas planetarias, con miles de fans y que algunos han querido enfrentar en ocasiones a ver cual era mejor. Por de pronto, Abrams ya ha reconocido que nunca ha sido fan de Star Trek, pero que eso no ha sido obstáculo para dirigir estas películas.
 
 
Abrams ya demostró en "Super 8" que es heredero del cine de entretenimiento de los años 80, especialmente del producido por Steven Spielberg y esas son las coordenadas que han guiado toda su carrera hasta ahora y que se hacen patentes en esta nueva entrega de Star Trek. Abrams deja de lado los excesos solemnes de Christopher Nolan y da cuenta de un sólido espectáculo que sabe dosificar bien los momentos de acción con el desarrollo de personajes, haciendo que te intereses por lo que les pasa sin olvidar que al fin y al cabo es una producción que busca dar espectáculo y por ello tampoco anda escasa de artificio y efectos especiales.
 
 
Por ello, los actores son parte importante del acabado final y hay que resaltar la labor de todos ellos, con un Chris Pine que convence como el impulsivo capitán Kirk y un Zachary Quinto excelente como el siempre prudente señor Spock, su relación es la base de ambas películas y ambos protagonizan frecuentes encuentros y desencuentros, como si fueran una pareja. El malo en esta ocasión es el británico Benedict Cumberbatch, últimamente conocido por su papel de Sherlock Holmes en la serie de la BBC "Sherlock" y que es uno de esos actores, como Michael Fassbender, que a causa de su mirada turbia siempre resultan convincentes en papeles malvados.
 
 
Una de las cosas que me hacen gracia de estas películas (y que veo que tenían tambien las originales) es la inclusión de protagonistas femeninas que van de viaje de exploración al espacio con uniformes compuestos por faldas cortas y botas altas y llevan el pelo perfectamente cuidado y las uñas pintadas. Un toque kitsch para alegrar la vista del espectador masculino y que aquí tiene como exponentes a Zoe Saldana (una chica guapa a la que siempre he visto muy delgada) y Alice Eve, una de esas actrices a las que solo hemos visto en papeles más insinuantes que con verdadero contenido (la mujer en "Sexo en Nueva York 2" se pasaba toda la película bamboleando su gran pecho sin sostén y aquí tiene una escena en ropa interior bastante gratuita).
 
 
Nunca he llegado a ver la serie original ni las películas antiguas de Star Trek, aunque conozco su mitología por haber leído de ella en varios sitios, así que no puedo comparar las diferencias entre aquellas producciones y las dos entregas de Abrams. Pero por lo visto en las películas, me parecen dos trabajos interesantes para pasar el rato, que quizá no vaya a ver muchas más veces en mi vida, pero que me entretienen y dejan buen sabor de boca mientras las veo.

 
Así pues, dos películas que dan lo que prometen y que garantizan un rato de distracción apelando al buen sentido del espectador, con un poco más de tino en la película de Tornatore aunque tampoco es desdeñable el esfuerzo de Abrams. Dos películas en las que sus personajes deben explorar y plantearse su propio ser para conocer a dónde quieren llegar.

4 comentarios:

  1. Tampoco he visto nada de las series y pelis de Star Trek, pero vi la primera parte de ésta y me gustó mucho. Pensaba que Star Trek era más denso y aburrido, pero en esta nueva adaptación le han dado un giro bastante comercial, con mucha acción, para enganchar a todos los públicos. He leído que ésta secuela es mejor que la primera (espero que no sea por la rubia).

    Sobre la peli de Geoffrey Rush, qué quieres que te diga, no me llama mucho la cosa. Quizá la ve en el futuro, pero de momento...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Abrams gustará más o menos, pero demuestra que sabe entretener sin tomar por bobo al espectador, como hacen los Michael Bay o Roland Emmerich de turno.No sé si me pareció mejor que la primera, que me sorprendió agradablemente. Quizá anda a un nivel similar, pero creo que me gustó un poco más la anterior.

      Lo de la rubia es un momento tremendamente absurdo, porque se va a cambiar el uniforme y entonces Kirk le echa un vistazo y aparece la imagen del fotograma, pero que cuando estás viendo la peli sientes que no está muy justificado y es muy prescindible aunque alegre la vista. La pobre Alice Eve está encasillada en papeles objeto

      Eliminar
  2. Buf...la verdad que menudo tedio Star Trek...mira que yo recuerdo ver algún episodio de la série pero creo que nunca me llegó a gustar...no recuerdo más que a Spok por sus orejas puntiagudas y porque me daba algo de miedo (a mi me daban miedo los mónstruos que salían en los power rangers asi que...). Si tengo que elegir elegiría La mejor oferta, pero tampoco iría a verla al cine, estoy un poco encabronada con la gran pantalla últimamente, entre las decepciones y que no traen aquí las películas que me interesan...o si las traen solo están una semana y puede que ni me entere...la de Populaire por ejemplo apuesto a que por aquí no pasa, pero fijo que El hombre de acero seguirá ahí hasta octubre o noviembre, me da una rabia...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En las grandes ciudades lo bueno es que la oferta es más variada y tienes donde escoger, mientras que en los lugares más pequeños solo llega el estreno grande y los demás apenas se huelen. Al menos queda la segunda oportunidad del DVD o en otros medios llegado el caso, porque con la desaparición de videoclubs cada vez es más complicado conseguir un DVD alquilado, luego dicen que hay piratería.

      No me tira mucho la mitología de Star Trek y no creo que acabe viendo la serie y las pelis anteriores, pero estas dos películas recientes son un espectáculo interesante

      Eliminar