martes, 7 de mayo de 2013

Forrest Gump, Jenny y el amor

Hay dos películas de Robert Zemeckis a las que siempre vuelvo, por todo el alcance espiritual que me transmiten. Se trata de "Náufrago", por su elogio de la resistencia y de la esperanza ante los golpes de la vida, de la necesidad de salir adelante a pesar de todo y de "Forrest Gump", por similares características, por su apuesta por el estoicismo ante las circunstancias que nos rodean, por  la necesidad de amoldarse a las dificultades y tratar de sacar partido de ellas. Pero hay algo más de esta película que me llama la atención y es la relación de su protagonista (un genial Tom Hanks) con Jenny, el amor de su vida (interpretado con esa fragilidad sólida como un junco que tan bien sabe hacer Robin Wright).




Ambos se conocen desde pequeños, cuando ella empieza a ser una especie de hermana mayor para él en los difíciles tiempos de la escuela, cuando otros niños se meten con él por su discapacidad. Después con la adolescencia sus destinos se separan y mientras él sigue un camino que le lleva a cotas exitosas (el sueño americano en su expresión más luminosa), ella se rodea de malas compañías y acaba en las drogas y el alcohol, desperdiciando su talento en una vida que prometía ser despreocupada y acaba siendo desgraciada. Pasado el tiempo, Jenny vuelve a la vida de Forrest, al pueblo que abandonó cuando tuvo edad para hacerlo, huyendo de los abusos de su padre (con el que ajusta cuentas lanzando piedras contra la casa en la que vivía) y se reencuentra con Forrest, el hombre que más le ha querido. Y este le hace una proposicíón.


Esta es una escena que siempre me da mucho que pensar, porque todos nos hemos sentido así en algunos momentos de la vida, cuando el amor por otra persona no se ha visto correspondido de la misma manera y se siente frustración por ello. Como se acaba viendo después de esta escena, Jenny ama a Forrest, siempre lo ha hecho, pero no cree que ella sea digna de él, porque él merece algo mejor y prefiere apartarse de su lado para no impedir su crecimiento vital. Y eso me hace pensar en la naturaleza egoísta y altruista del amor, en la creación de esos sentimientos a raíz del cariño que experimentamos hacia alguien.

Se dice que para un padre o una madre no hay sufrimiento peor que perder a un hijo, que es algo que no se supera. Y también todos hemos visto a esos padres y madres que defienden a sus hijos por encima de todas las cosas, aunque esté demostrado que sus criaturas son malas personas y nocivas para el mundo. Porque los padres lo que desean es que sus hijos estén bien y por ellos hacen todos los sacrificios que hacen, a nivel personal y monetario. Digamos que esa sería la versión altruista del amor, buscar que la otra persona sea feliz incluso si no va a estar a nuestro lado, porque con su felicidad nos damos por contentos. Quizá sea ese el amor más puro, por sacrificado.



La versión egoísta del amor sería la que representan en su caso extremo los maltratadores, que prefieren matar a sus parejas antes que dejarlas ir para ser felices con otras personas, el rollo "o para mí o de nadie más" y que en su versión más moderada representan esas parejas que se amargan cuando una de las partes amenaza con dejarlo y la otra se rebaja hasta extremos vergonzosos para evitarlo y la otra parte, sabedora de su poder, manipula a su antojo, porque en el fondo también le da miedo perder. Eso sería un amor que solo busca el propio beneficio, aún a costa de fastidiar a voluntad a la otra persona y es desgraciadamente frecuente, produciendo hombres y mujeres que besan el suelo por donde pisan sus parejas, unas parejas que les anulan. Poniéndome nuevamente cinéfilo, sucede un poco como el síndrome de "ET", en el que la unión del extraterrestre con el niño acaba siendo dañino para ambas partes y entonces hay que cortar eso para salvarlas.

He experimentado y sido testigo de cosas así y tengo comprobado que el amor siempre tiene algo de sacrificio, por las cosas que hacemos por la otra persona y de egoísmo, porque queremos a la persona que nos gusta y la queremos cerca para que contribuya a nuestro bienestar. Pero me parece egoísta y cobarde hostigar a la otra parte porque no queremos dejarla ir, impidiendo su felicidad presente y futura, como esos padres dominantes que no quieren dejar ir a sus hijos y les impiden crecer como personas.

Lo que debería tratar de buscarse es un amor que nos hiciera ir más allá, tanto a nosotros como a la otra persona, un amor que nos lleve más allá de los límites que nos conocemos y que a la otra parte le suponga un desafío igual. No siempre va a ser un camino de rosas, porque el amor está a prueba constantemente y debe cuidarse para que no caiga víctima de la rutina, de la dejadez o de nuestras propias debilidades e inseguridades. Pero si los momentos buenos superan ampliamente a los malos es que la cosa vale la pena. Y si ves a la otra parte feliz es que la cosa funciona, cuando una de las partes se marchita es cuando la historia no va bien.

El paso del tiempo suele poner las cosas en su sitio y también nos ayuda a distinguir el amor de verdad del encaprichamiento. El encaprichamiento se termina tarde o temprano porque está construido sobre una base débil, mientras que el amor de verdad resiste bastante más por tener una base mucho más sólida, hecha de malos tragos y de momentos maravillosos, de realidades y de deseos que se siguen renovando, de una entrega al otro como no se tiene con nadie más.


10 comentarios:

  1. Mi opinión es que Jenny jamás AMÓ a Forrest. Siempre le quiso muchísimo, siempre le consideró su mejor amigo, su hermano, su única familia. Pero nunca lo vio como una pareja o como el amor de su vida. Acudió a él en horas bajas para refugiarse y sentirse segura y al final de su vida para morir a su lado y hacerle un maravilloso regalo. Pero nunca estuvo enamorada de él.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es otra manera de verlo, quizás solo fuera el amor que se profesa a alguien muy querido, como a un familiar o a un gran amigo. Quizás Jenny lo que amaba es la familiaridad que le daba Forrest, pero yo creo que si al final hace lo que hace es por algo más. Es un amor que admite varias interpretaciones, que no es tan fácil de definir, como suele pasar en la vida real. Por eso me gusta tanto esa relación entre ellos, no es pastelón fácil.

      Eliminar
  2. Bonita entrada y reflexión, Imagino que habre sido egoista en alguna ocasión en el amor aunque no sea consciente, en cambio si recuerdo al sensación extraña de aconsejar a una pareja algo que iba en mi contra pero que era lo mejor para el y sorprenderme a mi misma de ser capaz de hacerlo,creo que era porque lo quería mas como madre o hermana que como pareja... o quizá no...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso que dices y el anterior comentario me hacen pensar en si solo puede haber generosidad y sacrificio en un amor diferente a lo que tradicionalmente se nos ha vendido como romántico. Quiero decir, ¿es imprescindible que haya egoísmo cuando quieres a otra persona para pasar la vida con ella? ¿sólo puede haber generosidad cuando ese amor es más fraternal? Es un tema en el que las líneas no están claramente definidas, no es fácil de establecer. Yo por que lo he visto y vivido hasta ahora creo que el amor más puro es el que tiene ese componente de generosidad, de crecimiento, de aportar algo que o no tenías o no habías desarrollado. Cuando el egoísmo gana, la cosa se tuerce tarde o temprano

      Eliminar
  3. Hmmm... no quisiera contrariarte, puede que tengas razón, pero yo nunca vi la relación entre Forrest y Jenny de ese modo.

    Ella le quería como a un hermano, como a un amigo, pero francamente creo que jamás llega a enamorarse de él, y es por culpa de su deficiencia (sé que es cruel, pero lo veo así). Le tiene cariño, y siente lástima por él, pero en varias escenas le trata como si le estorbase, como si le molestase.

    En ese momento que enlazas le dice que no le conviene casarse con ella, y es cierto, ella ha llevado una vida chunga y no quiere complicársela a él, pero me parece más bien una excusa para quedar de puta madre además, cuando la realidad es que no le mola de ese modo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puede que sea el clásico "solo te quiero como amigo" que tantas veces se ha dicho y se dirá, es posible. Me llaman la atención las opiniones que van saliendo, que van todas por un camino similar. Un poco como esa forma diferente que tenemos a veces las personas de interpretar señales, que donde unos vemos un flechazo no hay más que simpatía y nos lleva a que acabe pronunciándose ese "solo te quiero como amigo". Me da ideas para hablar otro día sobre cómo saber cuando solo hay amistad y cuando hay amor de verdad

      Eliminar
  4. Visto desde fuera y desde una óptica más imparcial quizá estar enamorado sea estar un poco gilipollas, por algunas cosas que se llegan a hacer.

    Yo creo que si se pueden hacer (y se hacen) algunos sacrificios, porque en el fondo deseas hacerlo por la otra parte y hay cosas en las que cambias sin ni siquiera pretenderlo. Lo que no debería ser es tratar de cambiar a la otra persona o anular la personalidad, ahí es donde está el error. Habrá cosas de la otra parte que nos sacarán de quicio, porque nadie es perfecto, por eso lo ideal es saber adaptarse a todo eso.

    Y todos somos dignos de ser amados, claro está, pero se puede llegar a sentir que ese amor, esa unión, sea mala, como para ET y Elliot. Yo te recomiendo que veas "Forrest Gump" otra vez, con los años apreciamos detalles nuevos cuando volvemos a ver las películas, comprendemos cosas que los personajes viven por nuestra propia experiencia

    ResponderEliminar
  5. Justo el pasado fin de semana vi esta película por primera vez (sí, sí, tiene delito). Me había negado a verla porque tenía un prejuicio bastante sólido con ella, y es que pensaba que se trataba de la americanada típica en la que todo acaba bien para un discapacitado que sólo guarda bondad en su interior. La cuestión es que la vi y me gustó, me sorprendió, me pareció dura y tierna a la vez. En el caso del amor entre Jenny y Forrest opino como Laphney, creo que ella jamás lo quiso como pareja (aunque también es verdad que sabía que no se lo merecía). Lo que reflexionas sobre el amor sí me parece acertado, yo creo que el mejor tipo de amor es el altruista. Ese amor que te hace desear la mayor felicidad para la otra persona aunque sea lejos de ti. Por otro lado tengo bastante claro que somos lo bastante egoístas (en general) como para no ser capaces de aceptar que la persona a la que más quieres no sea feliz a tu lado. Es un tema bastante complicado...

    ¡Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay un alto componente de egoísmo en el sentido de que queremos a la otra persona junto a nosotros para poder llevarnos lo que nos da, por eso me parece tan arriesgado y valiente dejar ir a alguien sabiendas de que encontrará lo que necesita y lo que uno no puede darle. Por lo que respecta a si es amor o amistad lo de Forrest y Jenny, queda claro que pierdo claramente, que todos los comentarios van más en el sentido de la amistad.

      Bueno, nunca es tarde para ver "Forrest Gump", es una de esas películas que ha visto casi todo el mundo, sea cinéfilo o no, mientras que como los buenos clásicos ahí sigue a la espera de seguir siendo descubierta. Yo he descubierto esas nuevas lecturas con los años y volviéndola a ver otra vez, la primera vez solamente me quedé con el cambio que había pegado Tom Hanks respecto a "Socios y sabuesos", acostumbrado como estaba a verle en comedias.

      Besos para ti también

      Eliminar
  6. Tantos comentarios....jenny jamas amo a forrest...solo lo uso y le histeriqueo toda la vida...para asi asegurarse de q el jamas la dejaria!!! Cuando vuelve a forrest es xq sabia q seria la unica persona capaz de soportar su pasado d mierda sin juzgarla...y ella descansar en paz

    ResponderEliminar