jueves, 30 de mayo de 2013

Adicción tecnológica, educación y contacto humano

"Tengo 22 años y creo que esto va a personalidades. Tengo whatsapp desde hace un año porqué es gratuito y para emergencias siempre va bien. Y ya no aguanto más. Mis compañeros y mis amigos son de esas personas que se pasan el dia enviando mensajes por cualquier tonteria o simplemente por aburrimiento (coño, si se aburren lo mejor es que salgamos a tomar algo). Ha llegado un punto en que no puedo estar estudiando o trabajando o en clase con el telefono sin silenciar. ¡Es horrible! el telefono no para de sonar i de vibrar. (la última vez tenia 216 mensajes). Mi solución: “olvidarme” el telefono en casa."

(Testimonio sacado de Internet)

 
 
El otro día leí una noticia sobre la influencia de las nuevas tecnologías en las relaciones humanas, sobre cómo marcan patrones en los comportamientos de todos. De la posibilidad que nos da de conocer a mucha gente y también de ocultar cosas que no queremos mostrar y de poner en valor lo mejor de nosotros mismos. De cómo es más fácil llegar a personas que están lejos de nosotros y cómo también es más fácil despegarse de ellas, tener un trato más superficial.
 
 
Mucha gente se extraña cuando les digo que no tengo Internet en el móvil ni que tampoco uso el whatsapp, esa especie de Messenger que pone en contacto a amigos y conocidos con un coste mínimo y un número ilimitado de mensajes. Siempre digo que a mí me agobiaría ese contacto continuo, que casi parece obligarte a poner algo para no parecer un asocial o escribir y que la otra parte no responda, dando lugar a elucubraciones y teorías casi siempre negativas. ¿Por qué no contesta? ¿Pasa de mí? y preguntas similares.
 
 
 
Se dice también que las redes sociales crean frustraciones al ver la vida de los otros y ver que hacen cosas más interesantes que nosotros. Todos conocemos a gente que documenta lo que come, lo que bebe, la gente con la que está y los lugares donde va. Y también pasa que ves a alguien en la playa (se ha puesto de moda poner los pies mirando al mar para ilustrarlo) mientras tú te asfixias en un cuartucho a 30 grados y sientes rabia, envidia y frustración. Ante eso, la otra parte puede decirte "pues no te quejes y hazlo tú también", muy entendible. Pero no puedo evitar pensar que siempre hay algo de careta, de pose en esa actitud. Así es frecuente que se dé el caso de que haya gente que se cree un personaje en las redes sociales, que considera más interesante de lo que él se ve en la vida cotidiana. Y del mismo modo, también se da el caso de gente interesante que en las redes sociales son versiones de saldo de ellos mismos, que les ves algunas reflexiones y parecen más simples de lo que realmente son, les falta esa capacidad de venderse mejor que tienen los adictos al "postureo". Sea como sea, las nuevas tecnologías no dejan de ser un reflejo del ser humano, que es el que las construye y les da esencia y basta con bucear un poco en la historia y la literatura para comprobar que siempre ha habido gente ostentosa y gente discreta.
 
 
 
A mí me da pena y rabia cuando veo a esa gente con su móvil, su tablet o la pantallita que tengan y que no levanta la vista de ahí, abducidos por ella, como en el "Fahrenheit 451" que escribiera Ray Bradbury. Y si todavía están solos puede ser comprensible como modo de distracción, pero es lamentable cuando estás con alguien que no deja de mirar su pantalla porque le están mandando whatsapps o le mencionan en Twitter o se le ha ocurrido algo y quiere escribirlo. Y te cortas por educación (la que a esa persona le falta), pero dan ganas de decir "¿con quién se supone que estás, conmigo que estoy delante tuyo o con tus miles de amigos virtuales que están por ahí viviendo sus vidas?". En ese caso, si muestras malestar por la actitud te puedes encontrar con alguien que te diga "pues no te quejes y hazlo tú también, que vives tu vida simple y te estás perdiendo todo esto", algo que siempre me hace torcer el morro y pensar que si lo que estoy perdiendo es la oportunidad de hacer algo más interesante en lugar de aguantar a quien me lo dice.
 
 
 
Yo quizá sea un antiguo, pero pasar un rato cara a cara con alguien me resulta mucho más satisfactorio que pasarme horas en un chat, tuiteando o escribiendo mensajes en Facebook. Al fin y al cabo la gente que tanto se escribe por Internet espera verse en algún momento cara a cara y en persona. Prefiero la calidad a la cantidad y prefiero tener una relación profunda con 5 personas que una superficial con 1.000, de tratar con gente que llegado el caso te vaya a ayudar de una forma orgánica si lo estás pasando mal y no se limite a poner "me gusta" si te da por escribir en Facebook tus problemas.
 
Y no desdeño las nuevas tecnologías, en las dosis adecuadas están bien y pueden permitirte un acceso a una información y a contactar con una serie de personas que quizás no podrías permitirte sin esas tecnologías. Por ejemplo, la blogosfera me permite tener este blog para compartir mis inquietudes, recibiendo opiniones diversas y también me posibilita poder conocer otros blogs interesantes y a la gente que los hace. Lo que me parece criticable es la adicción y la superficialidad en la que caen algunos con todo el tema de Internet. Aunque gente superficial y poco comprometida también ha existido siempre, con Internet y sin ello. La imperfecta impronta humana en la tecnología.
 

7 comentarios:

  1. Bueno yo tuve algo de fiebre con esto del wassap, y he mandado mensajes completamente estúpidos y he dado bola en conversaciones de grupos que no venían a cuento. Pero como con casi todas estas cosas de nuevas tecnologías me acabé cansando y he visto que el resto también se cansa. Ahora a penas me limito a contestar si me escriben o usarlo para quedar y esas cositas. Aún así nunca fui de esas personas que quedan con alguien y están pegadas a la pantallita, me suelo olvidar del movil en esas circunstancias y cada vez me da más pereza sacarlo para enseñar algo que me piden o lo típico de una duda y que me digan "búscalo en google a ver que yo no tengo batería"...

    Lo que me da miedo es ver a unos tíos mios enganchadísimos...vale que están jubilados pero siempre los he considerado personas cultas y es lo que tú dices...me pongo a leer los comentarios que dejan en facebook o las tonterías que me mandan al wassap y flipo en colores, por no comentar que se ponen ante una pantalla y parecen adictos...es para llevarlos a Cuarto Milenio.

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    1. Yo creo que para todo este tema tecnológico habría que recibir unas nociones básicas de aprendizaje, no de cómo aprender a usar los aparatos, sino de cuándo y el modo de usarlos, para evitar todas esas situaciones de adicciones repentinas. Para que no veas a gente abducida por los aparatos, como prisioneros. Porque las adicciones no suelen traer nada bueno y cuando se está en ellas nunca se ven las cosas con claridad, la adicción es lo único que da felicidad.

      Yo para no volverme loco con el tema prefiero dedicar un rato concreto cada día a Internet y luego hacer otras cosas, no llevarme Internet las 24 horas a cuestas

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  2. Te entiendo perfectamente. Yo siempre he ido con retraso en estas movidas con respecto a mis amigas y compañeras de clase. Fui la última en tener ordenador, la última en tener móvil, la última en tener internet, la última en tener msn y hoy en día ni tengo facebook, ni internet en el móvil (mi móvil es un llama cuelga típico para gente mayor).

    Hace poco discutí con una colega por esto mismo. Cuando bajamos del autobús me desvío para acompañarla a su casa y resulta que durante todo el trayecto va con el iphon, Me lo hizo dos días y me callé, pero al final le dije que para eso no la acompañaba porque no me hacía ni puto caso.

    Es un ejemplo de lo que nos están dando estas nuevas tecnologías, te sirven el mundo a costa de ignorar a los que tienes al lado.

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    1. En tecnología me pasa un poco como tú, siempre voy a rebufo de las novedades, creo que tendré un móvil táctil cuando ya sean una antiguedad. Reconozco que soy reticente con esos temas, porque a veces esa obsesión tecnológica parece un sustitutivo de otras cosas más importantes.

      Pero es triste cuando se producen situaciones como la que comentas, de ir con alguien y que no deje de prestar atención a la pantallita de turno, que es todo un desprecio, se da a entender que la persona que está al lado no le importa mucho

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  3. Plas plas plas....que bien explicado... Ainss me pasa lo mismo sigo sin internet y sin el watsapp y con un móvil de hace 3 años...que ya parece que es de la prehistoria. Lo que más rabia me da es que muchas de las personas que lo usan y a veces demasiado, también lo critican de otros...y ahí yo ya no entiendo nada. Yo no lo quiero, porque se que seguramente si lo tuviera acabaría prestando atención y el tiempo que estoy fuera de casa, quiero seguir haciendo las cosas que hago, leer, mirar la gente, dar paseos, escuchar música...

    En cuanto a las redes sociales, te diré que yo soy de las de los pies jajaj... hago muchas fotos de pies...y si cuelgo algunas, en mi caso lo uso ahora más que antes, como un manera de mantenerme en contacto con mis amigos...quiero decir que si viviera cerca de ellos, esas fotos se las enseñaría, y las comentaríamos pero como no es así, pues me gusta compartirlas con ellos, eso si mi facebook está camuflado para que poca gente me encuentre y todo lo tengo superprivatizado y amigos los que comparten alguna parte importante de mi vida conmigo, del resto paso. Y fotos de cara cero patatero...que es que hay gente que se curra las poses que no veas jaja!!

    Y también te digo que si estoy en casa estoy mucho tiempo conectada a internet, no lo puedo evitar...buscando noticias, información, a veces hasta me apago el router para no tentarme jajja...Y me da rabia a veces entretenerme tanto... ahora mismo debería estar ya haciéndome la cena y ya ves, si no es una cosa es otra, siempre encuentro algo que hacer...

    Vaya rollo que te he echado ehh..

    Buenas noches.

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    1. Me dedico al periodismo y muchos compañeros de profesión me dicen que debería publicitar lo que hago por Twitter, para que la gente conozca lo que hago, porque hoy es el gran medio de transmisión de información, al menos en este país. Y por una parte me atrae la idea, pero luego pienso en que no me gusta tampoco estar en boca de todo el mundo y sentirme juzgado y expuesto y me echo para atrás, una de mis contradicciones. Me deja boquiabierto lo que se tuitea en España, que siempre está creando trending topics a nivel mundial, en proporción aquí se tuitea mucho más que por ejemplo en Estados Unidos, imagino que por aquello tan racial y nuestro del patio de vecindad, en este caso 2.0.

      Pero bueno, la usemos como la usemos, la tecnología forma parte de nuestras vidas y hay que saber convivir con ella, convertirla en algo útil. Yo prefiero pasar los fines de semana un poco apartado de Internet, para no acabar sintiéndome saturado

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  4. Yo creo que con Internet pasa lo que con la energía atómica, que se inventó como fuente de combustible y acabó sirviendo para arrasar países, que depende del uso que se le pueda dar. Las redes sociales o los modos de comunicación instantánea pueden estar muy bien y proporcionar muchas satisfacciones, no lo niego, lo malo es cuando se convierten en adicción y mucha gente no sabe gestionarlas adecuadamente, dañándose a sí mismos y a los que los rodean.

    Y los hay que te hacen ver que si no usas determinadas cosas estás perdiendo el paso, como cuando eras pequeño y no podías jugar a la peonza si no te llevabas una. Son ese tipo de actitudes pueriles de "si no estás en las redes sociales o el whatsapp no existes" las que me parecen más cuestionables

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