miércoles, 25 de septiembre de 2013

"Rush". Metáforas deportivas sobre la vida

Se dice que el cine de carácter deportivo suele ser un género que es para los hombres lo que las comedias románticas para las mujeres, algo que atrae a un grupo y repele al otro. Aunque siempre hay excepciones y también hay hombres que disfrutan de las comedias románticas (a mí me gustan si son interesantes y no se pasan de petardas) y mujeres que disfrutan viendo películas en las que se hace algún deporte, del mismo modo que hay mujeres que son seguidoras de especialidades deportivas. Hombres y mujeres tienen la oportunidad de disfrutar ahora en los cines de una buena película con rivalidad deportiva como punto de partida, porque el deporte en muchas ocasiones no deja de ser una metáfora de la condición humana. Hablo de "Rush".
 
 
 
"Rush" narra la rivalidad que en su época mantuvieron dos grandes pilotos de Fórmula 1, el británico James Hunt (Chris Hemsworth) y el austriaco Niki Lauda (Daniel Brühl), sobre todo en la temporada automovilística de 1976, en la que este último sufrió un gravísimo accidente durante una de las carreras, que casi le costó la vida y que le dejó secuelas imborrables en su rostro.
 
 
 
"Rush" es la nueva película de Ron Howard, un hombre que empezó como actor juvenil en cintas como "El noviazgo del padre de Eddie" o "American Graffiti" y que en los años 80 logró la fama como director tras realizar películas como "1,2,3... Splash" o "Cocoon". En su carrera encontramos películas de todo tipo, aunque siempre enfocadas al cine más comercial ("Apolo 13", "Una mente maravillosa", "El código Da Vinci") y que siempre deja un toque artesano en todas sus producciones, mostrando un buen hacer tras la cámara en un cine aquejado muchas veces de falta de personalidad y que depende de la calidad del guión para que la película salga más o menos apañada.
 
 
 
Afortunadamente, el guión de "Rush" lo firma Peter Morgan, un dramaturgo cuyos escritos están muy cotizados en los últimos años ("The Queen", "Más allá de la vida") y que ya colaboró con Howard en la estupenda "El desafío: Frost contra Nixon", también inspirada en una rivalidad real. Y es que Morgan se ha especializado en ficcionar enfrentamientos verídicos con componente deportivo, pues suyo es el libreto de la magnífica "The damned united", en ese caso con el fútbol como telón de fondo. A un servidor nunca le ha importado mucho el mundo de la Fórmula 1, un universo que en España ha ganado muchos adeptos en los últimos años con las peripecias al volante de Fernando Alonso, peripecias que me causan poco interés. Pero no puedo decir lo mismo de "Rush", que consigue meterme de lleno en ese circo de pilotos algo lunáticos que se juegan la vida mientras corren en círculos persiguiéndose unos a otros.
 
 
 
Aquí se nos muestra la rivalidad entre dos personalidades contrapuestas. Por un lado tenemos a James Hunt, un inglés fiestero, mujeriego y bien parecido, que cae simpático a la mayoría de la gente y para el que la Fórmula 1 es una diversión audaz, en la que pasarlo bien y dejarse llevar por el instinto es fundamental. En el otro lado tenemos a Niki Lauda, un austriaco reconcentrado, metódico y solitario, con unos dientes prominentes que le hacen ganarse el apodo de "rata", que suele caer antipático y que vive para lograr la perfección en carrera. Hunt se preocupa en salir con guapas mujeres después de cada carrera y Lauda vuelve a competir apenas 6 semanas después de un accidente casi mortal, con las quemaduras aún presentes en su cara desfigurada. Dos formas de entender el deporte y la vida y cuyo talento les llevará a enfrentarse constantemente, como metáfora del perpetuo enfrentamiento entre razón e instinto que suele darse en el ser humano.
 
 
 
Howard dirige las secuencias de las carreras con solvencia, ayudado por la poderosa fotografía de Anthony Dod Mantle, colaborador habitual de Danny Boyle ("28 días después", "Slumdog Millionaire"), una vibrante banda sonora del siempre espléndido Hans Zimmer y tampoco podemos olvidar la labor de los intérpretes, que dan vida con convicción a esos pilotos siempre enfrentados. Destaca especialmente Daniel Brühl como Niki Lauda, un hombre poco dado a las efusiones sentimentales y con una forma de hablar muy característica (imprescindible verlo en versión original para apreciarlo). Tampoco le va a la zaga Chris Hemsworth, que a los seguidores de la prensa rosa les sonará como marido de Elsa Pataky y a los cinéfilos y cinéfagos por su papel de Thor y que aquí se convierte en el sosias del "bon vivant" Hunt, cuyos excesos le costaron la muerte tras sufrir un infarto a los 45 años.
 
 
 
 
Las actrices aquí pasan a un segundo plano y se dedican a ser figuras decorativas. El descanso del guerrero en el caso de una estupenda Alexandra Maria Lara como mujer de Lauda o fuente de preocupaciones en el caso de una Olivia Wilde como una exitosa modelos de los 70 que estuvo casada con Hunt y que acabó teniendo una relación con el actor Richard Burton. Al fin y al cabo la miga de la historia está en el duelo y en la contradicción entre Hunt y Lauda y ambas ayudan a perfilar un poco más el poso sentimental de ambos personajes.
 

 
 
"Rush" es un ejemplo de buen cine comercial, que puede interesar incluso a los que el mundo del motor les dé pereza y que tiene su parte didáctica en la especialidad. Antes de ver la película no sabía la historia de esta rivalidad ni quién era James Hunt. Tan sólo me sonaba de nombre Niki Lauda, de ser usado como ejemplo de alguien que conduce muy deprisa, al igual que Emerson Fittipaldi, otro piloto de la época. Un Lauda que fue tres veces campeón del mundo, que a su retirada se centró en la aviación llegando a crear una aerolínea y que también fue protagonista de una jocosa canción de un grupo español de los años 90.
 
 

4 comentarios:

  1. La vi este domingo, me gusto mucho y la formula 1 no me gusta especialmente asi que como dices es una pelicula que no esta pensada solo para los fans de ese deporte. Me gusto la relación de esos dos pilotos y como enrealidad lo que parece odio y envidia es admiranción.
    Fui con mi pareja que es muy muy fan de la formula 1 y al le fascino.
    Y por los comentarios e incluso aplausos que vi de otros forofos del motor, creo que el director y su equipo han hecho un buen trabajo, porque normalmente como en las pelis de superheroes o otros géneros, cuando a los que no somos fans nos gusta a los que lo son les decepciona y en este caso creo que ha gustado a todos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, la película ha sido muy bien recibida por crítica y público, alguno ya se ha lanzado a decir que puede ser una de las que opten a los próximos Oscar, eso ya veremos.

      Creo que el gran acierto de la peli es saber contar una historia con varias emociones humanas sin sustentarse solo en el espectáculo, esto no es una cosa tipo "A todo gas", donde lo que importan son las carreras y el resto es un relleno. Aquí las carreras son sublimaciones de muchas otras emociones y sensaciones

      Eliminar
  2. Yo sólo conocía a Lauda, pero de la expresión "más quemado que la oreja de Niki Lauda".

    Paso de esta peli, no me gusta nada la Fórmula 1, y me perdería, me aburriría. Ya hice la prueba con "Moneyball", pesé que a lo mejor la podría disfrutar aunque no sepa nada de beisbol, pero qué va, me aburrí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. U "oreja a la plancha", como cantaban Los Petersellers, jajaja.

      Yo de béisbol nunca he sido muy fan que digamos, pero "Moneyball" si que me gustó, por cómo explicaba el funcionamiento del deporte profesional yanqui y Brad Pitt hacía un buen trabajo en la peli. Supongo que también me influye tener al menos una cierta curiosidad aún sin que el tema tire mucho, estar dispuesto a sumergirme en ese ambiente con el que a priori no simpatizas

      Eliminar