martes, 9 de junio de 2015

Escribir sobre nuestras oscuridades y el caso de Taylor Swift

En algunas ocasiones me salen entradas demasiado oscuras y demasiado tristes y decido no publicarlas, mantenerlas como borradores solo para mis ojos, incorporando el espíritu de diario personal que se escribe para uno mismo y no se comparte con el resto. No es por vergüenza ni apuro, simplemente hay algunas entradas que decido no publicar porque su contenido seguramente me haría perder los seguidores que se pasan por aquí, que quizá se sintieran involuntariamente heridos. El instinto de supervivencia nos hace huir de lo muy dramático, incluso en aquellos que no le tenemos miedo al drama y somos conscientes de que la vida en ocasiones es muy perra, porque si algo oscuro puede atraernos una vez nos acaba produciendo rechazo al final. Sé que el que escribe para un público debe ser audaz si quiere ser realmente bueno y enfrentarse a todo lo que le rodea, incluso ofreciendo puntos de vista poco esperanzadores. Pero como no quiero parecer una plañidera que solo sabe cantar sus desgracias, pues mi vida tampoco es melodramática (tiene los claroscuros de tantas otras), prefiero cortarme y no sacar a la luz ciertas ideas que a veces me acometen con fuerza. Cuando la tentación de ponerme en plan “destroyer” se apodera de mí, antes de publicar nada prefiero pensar en aquel momento de la película “Little Nicky” (comedia tontorrona que es de mis preferidas en el género) en el que el personaje de Adam Sandler, a la sazón hijo del mismísimo Diablo, decide dejar atrás su faceta maligna y liberar el bien, el súper bien y el mega bien.

 
La historia de la creación artística está llena de ejemplos de gente que empezó a idear sus obras para exorcizar sus demonios personales, para tratar de buscar un sentido a aquellas ideas y sensaciones que les atosigaban en la cabeza. El Marqués de Sade necesitaba escribir cosas soeces incluso cuando le internaron por escándalo público y le prohibieron publicar para no perder la razón; Van Gogh pintaba con ese estilo tan suyo a causa de los mismos desórdenes mentales que le llevaron a cortarse la oreja y Hitchcock hizo un cine cargado de fetichismos sexuales y actitudes perturbadas para sublimar sus deseos carnales y violentos. En la música se han creado infinidad de canciones inspiradas por el surgimiento del amor y sobre todo por su fin, porque a los desamores experimentados por los artistas les debemos muchas y muy buenas producciones. Así de repente me viene a la memoria el caso de Eric Clapton, que en "Cocaine" habló de la droga a la que fue adicto en su juventud, mientras que en “Layla” contó la atracción que sentía por Pattie Boyd, la mujer de su amigo, el beatle George Harrison, con la que acabaría entablando una relación cuando ella se separó de Harrison, aunque el sueño no se hizo realidad y la convivencia entre ambos no fue muy fructífera. Y también compuso una canción, "Tears in Heaven" para recordar al hijo que tuvo con otra mujer años después y que murió a los 4 años al caer por una ventana.
 
 
 
 
Podría citar a muchos más creadores influidos por su experiencia vital, pero por ponerme más pop quiero centrarme en un caso que me ha llamado la atención por su precocidad e insistencia. Uno de los ídolos del público joven de hoy día es la estadounidense Taylor Swift, que a sus actuales 25 años ha producido un gran número de canciones inspiradas por la peripecia vivida con sus parejas, casi siempre personajes de la farándula, músicos y actores de edad similar a la suya. Y el caso es que lo suyo ya viene de jovencita, pues en sus inicios ya dio cuenta de lo ocurrido con un novio del instituto.

Con Joe Jonas, uno de los Jonas Brothers, también compartió momentos la señorita Swift, cuya ruptura plasmó en canciones como "Last Kiss".

 
Taylor Lautner, el hombre lobo de las películas de “Crepúsculo”, fue otro de los ligues de Taylor Swift, que dio pie a no pocas bromas sobre su correspondencia de nombres y a "Back to December".



 
Si lo suyo con Lautner le dio para dos canciones, para unas cuantas más le inspiró Jake Gyllenhaal, entre ellas la exitosa "We´re never getting back together" o la menos festiva "All Too Well".

 
 
 
Aquí en España no es muy conocido, pero John Mayer es toda una celebridad al otro lado del océano, no solo por su música, sino también por haber sido pareja de Swift y de Katy Perry, Jennifer Aniston, Jennifer Love Hewitt o Jessica Simpson. La amiga Taylor tuvo a bien dedicarle "Dear John" y otro de sus temas más populares, "I knew you were trouble".

 



Otro ídolo de jovencitas como es Harry Styles, cantante de “One Direction”, está en el origen de algunas de las canciones del último álbum de Swift, como "Style".


 
Todas estas relaciones no se extendieron más allá de unos pocos meses, pero sin duda le han dado buen rédito a la carrera de Taylor Swift, que sigue con sus preferencias faranduleras y ahora anda con el DJ y productor musical Calvin Harris, relación de la que posiblemente ya andará recogiendo ideas y sensaciones para futuros álbumes. Inspiraciones por las que de vez en cuando le hacen ser objetos de bromas, como hizo Ellen DeGeneres en su programa.


Siempre se dice que si quieres escribir y no sabes sobre qué, lo mejor es hacerlo de ti mismo y tus circunstancias, de las que se pueden sacar conclusiones universales y válidas para gente de épocas y orígenes opuestos al del creador. Y de este modo tenemos una gran variedad artística para nuestro disfrute, gracias a que sus autores no quisieron o no pudieron callarse y lo sacaron a la luz. Son este tipo de hechos los que me dan ánimos para seguir escribiendo si pienso que lo que hago no le interesará a nadie o a darle al botón de publicar cuando pienso que quizá se me haya ido la mano. Sin embargo, creo que habrá entradas que seguiré quedándome para mí, como esos enfados que nos entran de repente hacia algo o alguien. Esos que, cuando se pasan y vemos que no valía la pena el disgusto, nos dejan pensando que menos mal que no dijimos nada sobre lo que nos había enrabietado, por la que podríamos haber organizado por una bobada.
 
 

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