Y si la semana pasada hablaba de una película metafórica y no muy apta apta para todos los públicos como es "To the wonder" de Terrence Malick, esta semana le toca el turno a "Iron Man 3", que promete romper taquillas. Y es que no me importa el género si la película me interesa.
El descarado y brillante empresario Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) se enfrentará al Mandarín (Ben Kingsley) un formidable enemigo que pondrá en jaque a Estados Unidos. Cuando Stark comprende que su enemigo ha destruido su universo personal, se embarca en una angustiosa búsqueda para encontrar a los responsables. Acorralado, Stark tendrá que sobrevivir por sus propios medios, confiando en su ingenio y su instinto para proteger a Pepper Potts (Gwyneth Paltrow), la mujer que quiere.
La primera entrega de "Iron Man" fue un soplo de aire fresco a la hora de crear un superhéroe que no renunciaba al humor y a algo de autoparodia, dentro de la seriedad excesiva que había adquirido el género, que parecía haber olvidado ese componente lúdico que siempre han tenido este tipo de aventuras. Además fue la particular resurrección de un Robert Downey Jr, que tras superar sus problemas con el alcohol y las drogas estaba anclado de secundario en producciones poco comerciales y vio cómo la gloria que había experimentado a finales de los 80 y principios de los 90 volvía aumentada, cuando ya parecía que su tiempo había pasado. Después vinieron la segunda entrega del hombre de hierro (bastante inferior y donde lo más interesante era ver a Scarlett Johansson en su personaje de Viuda Negra) y su participación con otros superhéroes de Marvel en "Los vengadores".
Esta tercera entrega es en la que más vemos a Tony Stark y menos a Iron Man, ya que se queda pronto sin sus habituales recursos mecánicos y tiene que ingeniárselas como buenamente puede. Ello sirve para recuperar la esencia del personaje sin abusar de las tradicionales secuencias de acción, que aquí se circunscriben a dos o tres momentos muy puntuales y bien rodados. Si las dos primeras entregas corrieron a cargo del actor Jon Favreau (que también interpreta el rol de guardaespaldas de Stark), esta tercera parte está dirigida por Shane Black, que ya trabajó con Downey Jr. en la divertida "Kiss kiss, bang bang" y que también tuvo su momento de gloria entre los 80 y los 90, cuando fue guionista de filmes como "Arma letal" o "El último boy scout". Black sabe donde se mete y sabe cargar la trama de humor e ironía, a mayor gloria de un Downey Jr. al que con su pasado canalla el personaje del hedonista Stark le viene como anillo al dedo.
Esta "Iron Man 3" es quizá la más redonda de las tres partes del superhéroe del traje de hierro y se beneficia de una puesta en escena que sabe distribuir bien las partes de interacción de los personajes con la pirotecnia audiovisual. A todo ello ayuda el buen hacer de su reparto, encabezado por Downey Jr. y una Gwyneth Paltrow que sabe estar a la altura con lo que le echen y a sus secundarios, como un Ben Kingsley que sabe equilibrar la vena seria y la paródica, un Guy Pearce en uno de esos personajes que saben más de lo que aparentan y una breve Rebecca Hall como una científica a la que Stark conoció a finales de los 90 (todo un puntazo empezar la película con el "Blue da ba dee" de los Eiffel 65 para ambientar la acción en 1999, fue un detalle que me recordó a mi adolescencia, cuando grababa canciones como ésta en casettes cada vez que las ponían en la radio).
Así pues, una película entretenida para pasar un buen rato y un pequeño aperitivo antes de la llegada de las nuevas cintas de los superhéroes Marvel y una nueva entrega de "Los vengadores". Me hizo gracia ver cómo la gente ha aprendido y más de la mitad de los espectadores se quedaron para ver los créditos a la espera de la escena final, que en anteriores películas ha ido dando pistas de por dónde irían los tiros en las siguientes partes y que aquí se ha quedado en una pequeña broma privada.
Ooooh blue dabadi!! Nada, que yo iba a verla de todas formas pero ahora voy con más ganas jajaja!
ResponderEliminarY además empieza así la peli, justo antes de que salgan los créditos de Marvel, que parece que es un sketch o un anuncio hasta que te das cuenta de que es parte de la peli. Vi a más de uno que casi se puso a bailar
EliminarMe gustó, pero echó en falta que salga más Iron Man y menos Tony Stark. Dices que es en la que menos aparece, y puede ser verdad, pero realmente en las dos pelis anteriores ocurría lo mismo, salía cinco minutos a lo largo de la peli, y luego en la batalla final.
ResponderEliminarPersonalmente me sigue gustando más la primera parte (y odio eso de tener que tragarse todas las letras para ver una escenita).
En la primera se narraba el origen de Iron Man y ahí se tomaban su tiempo, pero al final tiraba más del traje que aquí, que con todo los que tiene no los acaba usando demasiado por diversos motivos.
EliminarLa primera parte tenía un arranque magnífico, que ganó para la causa incluso a los que no tenían ni idea de quién era Downey Jr., solo por ver a ese tío un tanto jetilla, muy lejos del prototipo de héroe torturado que tan de moda hemos tenido.
Yo siempre suelo ver los créditos de las pelis, aunque entiendo que más de uno quisiera darle al botón del fast forward, porque en estas superproducciones los créditos finales duran casi 10 minutos (o sin el casi)
Que bueno que hicieron las películas de este personaje. Iron Man 3 es una de mis películas favoritas porque tiene la actuación del guapísimo Robert Downey.
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