Sabes que estás en una gran ciudad cuando ves cosas de forma habitual que te llamarían vivamente la atención en cualquier otro lugar por inesperadas o poco frecuentes. Es muy fácil reconocer a los habitantes de una gran ciudad en función de sus reacciones a lo que pasa por la calle, como el trasiego de coches de policía y ambulancias, personas dementes tiradas en mitad de la calle o dando voces entre la muchedumbre o gente que viste de forma estrafalaria. Los que lleven un tiempo en esa ciudad reaccionarán ante estas vicisitudes con una aparente indiferencia mientras que los forasteros se delatarán con su contemplación sorprendida y absorta. Un poco como le pasaba al personaje que interpretaba Jon Voight en "Cowboy de medianoche", que pasaba de su pueblecito texano al Nueva York burbujeante de finales de los 60 y era testigo de todo aquello como un extraterrestre llegado de otro planeta. Hay una secuencia excepcional, que se encuentra hacia el final de este vídeo, en la que pasea por las calles de Nueva York y observa a un hombre tirado en el suelo, desmayado o quizá muerto y es el único que reacciona de algún modo (además irónicamente frente a la joyería Tiffany, aquel lugar inmortalizado con un toque bastante más ñoño en "Desayuno con diamantes", metáfora de que la andanza de ese cowboy bonachón no va a ser precisamente la de Audrey Hepburn).
Viene esto a colación porque estaba el otro día navegando por Internet cuando de repente me encontré con unas imágenes que me llamaron la atención por inesperadas, al mostrar a una mujer caminando en topless por las calles de la Gran Manzana como si tal cosa. Pensé que sería alguna ciudadana anónima tratando de llamar la atención, cuando leí que era Scout Willis, la hija de 22 años de Bruce Willis y Demi Moore. Al parecer, después de que la red social Instagram censurase
unas imágenes de su cuenta, en las que dos mujeres mostraban los pechos, decidió salir sin ropa de cintura para arriba y colgar las
imágenes en Twitter, donde si se permiten los desnudos, para pasmo de propios y extraños.
Bajo el lema "legal en Nueva York pero no en Istagram", Scout Willis se hizo varias fotos, mirando flores de un local comercial y recorriendo tiendas. Sobre esta forma de actuar ella ha dicho en su Twitter que "la comodidad con mi propio cuerpo no debería estar dictada por lo que otros perciben de mí" y "No obstante, no quisiera imponer esta visión sobre nadie. Si no te gusta lo que ves, sencillamente deja de seguirme". Scout arremete así no sólo contra la política de Instagram de censurar cierta clase de imágenes, como mujeres amamantando a sus hijos y no otras en las que también pueden aparecer desnudos femeninos. Sea como fuere, no ha sido la única famosa que ha tenido problemas con Instagram a causa de mostrar más piel de la que se considera conveniente, también la cantante Rihanna vio como censuraban unas fotos suyas mostrando su cuerpo a la revista francesa "Lui", un caso que no es nuevo, pues la de Barbados ya se ha dejado ver de forma que deja poco a la imaginación en varias ocasiones sin necesidad de posados.
Y para completar los casos registrados de censura en los últimos días tenemos el de un cartel promocional de la segunda parte de la película "Sin City" en el que aparece la actriz Eva Green con una bata transparente que deja entrever su pecho y que ha sido retirado por su carácter insinuante.
Es un debate muy visto el de censurar o no las imágenes que puedan causar sentimientos de excitación sexual en el público, algo que siempre crea más polémica que la violencia, porque mostrar piel siempre es más polémico que destruirla, quizás porque se piense que todo el mundo sabe de antemano que la violencia de muchas películas y series es un juego en el que nadie sale dañado y, por contra, ver cuerpos desnudos puede resultar desestabilizador. Nunca he sido muy fan de decir "antes todo era..." o "ahora todo es..." y caer en generalizaciones absurdas, pero si es cierto que en los últimos años es mucho más fácil ver desnudos (mayoritariamente femeninos) en series de televisión. A finales de los años 90, "Sexo en Nueva York" revolucionó el panorama con unas tramas en las que el sexo era sobre todo "oral", es decir, hablado, más allá de algún culo o algún seno que se veía de vez en cuando. Aquello era audaz para una época en la que las escenas sexuales se resolvían con ropa interior y sábanas que las actrices luchaban por no quitarse de encima aún habiéndolo dado todo supuestamente minutos antes. Ahora lo raro es encontrar series que no incluyan desnudos, especialmente en las que en Estados Unidos se emiten en canales de pago como HBO, donde no hay restricciones para llegar a todos los públicos y se dice sin problemas "fuck" (joder), "shit" (mierda) o "bitch" (zorra), mientras en las series de los grandes canales generalistas sigue la táctica de la ropa interior y la sábana para tapar y decir "damn it", "shut" y "slut", que no suenan tan rotundas como las antes mencionadas. Aquí les adjunto un interesante reportaje sobre el tema de la desnudez en serie, promovido desde Estados Unidos, ese país al que tantos generalizan calificándolo de mojigato y en el que hay de todo.
http://www.cadenaser.com/television/articulo/sexo-sentido-series-americanas/csrcsrpor/20140124csrcsrtel_1/Tes
¿Y cuál es la actitud que debemos tomar ante este tema de la desnudez? Pues el que cada uno buenamente considere oportuno, alabándolo o lamentándolo. La postura feminista ante el tema puede tener algo de ambos bandos, pues por una parte considera que la mujer no debería verse reducida a sus atributos físicos y por otra el desnudo puede ser una forma de emancipación, en la que la mujer se sobrepone a los tabúes impuestos. Puede ser como aquellas que quemaban los sostenes en los años 60 al tiempo que condenaban los concursos de belleza por considerarlos similares a las ferias de ganado.
Debo admitir que como hombre heterosexual estoy encantado en admirar la belleza de los cuerpos femeninos que quieran exhibirse y que ya no me tapo los ojos cuando veo escenas subidas de tono, como cuando era pequeño y lo hacía por vergüenza ajena, por no saber como sentirme aún con esas cosas y al estar muchas veces rodeado de mi familia, que es siempre el peor contexto para ver este tipo de contenidos aún siendo un adulto hecho y derecho. Pero no solo de desnudeces vive uno y también me gusta admirar instantáneas de gran belleza estética en las que solamente se vea una cabeza y una mano, porque lo bello está en todas partes.
Hace tiempo alguien dijo que si Dios quisiera que fuéramos desnudos naceríamos sin ropa.
ResponderEliminarEstá claro que sería raro ver a las tías por la calle tal y como salió la hija de Bruce Willis, pero no creo que esté mal. En verano es habitual ver a tíos sin camiseta andando por los pueblos cercanos a la playa (incluso comiendo así en bares) y no pasa nada.
Lo chungo es la mentalidad que hay en EEUU y otros países. Hace poco leí a un tipo que decía que era una pena que en Juego de Tronos mostrasen tantos desnudos, porque sería una serie estupenda para que la viesen los niños.
Entre las decapitaciones, degollamientos y demás torturas lo que le preocupa a esa gente es que los niños vean un pezón.
Dice mucho de un país.
Sí, la violencia siempre se acepta más, parece que resulta menos desestabilizadora. Aunque hay casos en los que también da que hablar, por ejemplo en 1984 se estrenaron con pocas semanas "Indiana Jones y el templo maldito" y "Gremlins" y estaban calificadas como aptas para niños y había escenas que a los niños se les hicieron un poco duras. Spielberg, que estaba involucrado en ambas pelis, propuso crear una calificación intermedia para esas pelis que son más bien familiares pero que tienen algún detalle que puede herir la sensibilidad de los más pequeños.
EliminarLa cosa es que de lo que conozco de Estados Unidos, a falta de haber vivido allí y paladear aquello en primera persona, es que es un país en el que hay de todo y generalizar sobre cómo son allí siempre es dejarse cosas fuera, porque hay desde el tío más intelectual al más garrulo y entre medias, una infinita gama de grises