La presentadora televisiva Anna Simón suele llamar la atención por su atractivo físico y los escotes vertiginosos que le ponen casi siempre. Sin embargo, lo que más me provoca curiosidad en ella cada vez que la he visto han sido los lunares que tiene en el cuello. En concreto son tres lunares colocados de arriba hacia abajo en línea recta y con la misma distancia entre cada uno de ellos.
Los lunares son una característica física que ha dado lugar a un gran número de poemas, canciones y diversas creaciones literarias, por su poder evocador.
Los lunares son puntos en nuestro cuerpo que presentan una pigmentación diferente al resto de la piel y su nombre viene de que se atribuía su aparición al influjo de la Luna. Científicamente se les considera tumores benignos y sólo representan peligro cuando aumentan de tamaño de forma repentina. Asimismo, se asegura que todas las personas tenemos en nuestro cuerpo entre 10 y 40 lunares. Hay incluso creencias de que según los lunares que tenemos se puede conocer nuestro carácter y adivinar nuestro futuro.
Si alguna vez les he hablado de las manos y de lo mucho que me atrae esa parte del cuerpo, también he de reconocer que los lunares me resultan muy interesantes. Esas pequeñas manchitas en la piel sirven para realzar y dar personalidad las partes en las que se hallan. Cualquier parte del cuerpo es susceptible de tener lunares y muchas personas los tienen más concentrados en una zona determinada.
A un servidor le encantan los lunares en un rostro o en un cuerpo de mujer. Me gustan en casi todas las zonas, siendo mis favoritas las mejillas, el cuello, el pecho y la tripa. Me parece que los lunares en esos lugares dan más belleza y un encanto especial a quien los tiene. Donde me gustan menos es sobre los labios, que es un sitio donde se suelen considerar bonitos, al estilo Marilyn Monroe y que a mí no me acaban de convencer.
Y no quiero terminar sin una foto de la actriz Natalie Portman, un ejemplo de alguien con lunares en el rostro que contribuyen a realzar su hermosura.
Yo creo que debo acercarme a los 40 (lunares) pero algunos son casi inapreciables... tengo dos en lugares muy característicos uno de ellos en el cuello. pero tiene volumen, hay quien lo llamaría berruga pero es tan mono que me niego a llamarlo a si.
ResponderEliminarRecuerdo que me alguna vez me he puesto lunares pintados en la cara cuando me he hecho looks con maquillaje tipo pin-up
Así que no hace falta que te diga que si, creo que en ciertos puntos de la cara quedan muy bonitos.
Es curioso que te gusten tanto estas estas pequeñas manchitas...
Pues si es bonito, entonces no es verruga, que estas suelen tener pelos y son un tanto antiestéticas. La verdad es que los lunares me gustan bastante, creo que embellecen la piel y dan un toque de personalidad
EliminarLUNARES
ResponderEliminar“¡Ay, que bonitas manchitas, si no me amas me marchitas!”
Son míos los lindos lunares,
por cierto crepusculares,
negros, color obsidiana,
de una primorosa dama.
Todos éllos son redondos,
de sentimientos muy hondos,
son pintitas, cual joyel,
pintaditas con pincel.
Como oscuro moscatel,
que le adornan bien la piel,
andan cerca de sus labios,
me dan ganas de besarlos.
Coquetos en la mejilla,
situados en la barbilla,
son reflejos de la luna,
en mujer como ninguna.
Aquel pegado a los ojos,
es dueño de mis antojos,
el de arriba de la ceja
el corazón lo festeja.
Son de un influjo benigno,
signos de su rostro digno,
el misterio los envuelve,
ni la magia los disuelve.
Sus embrujos son tan castos,
¡lindo enigma de esos astros!,
yo, quisiera interpretar,
fantasear, poder soñar.
Profetizar, por su forma,
la señal que los conforma,
ver en éllos el futuro
para hacerles un conjuro.
Augurar feliz destino,
que un hechizo sea su sino,
adivinar buena suerte,
ojala que mi alma acierte.
Y, si es en vano el intento,
no hay encono, me contento,
lunares son . . . esas pecas
que, si las tienes, no pecas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 11 de enero del 2013.
Reg. SEP Indautor No. 03-2012-030612580800-14.