Conocido es el dicho que asegura que la música es capaz de
amansar a las fieras, como muestra del poder de la música para conectar con
nuestras emociones de una forma más profunda e intensa que las palabras. Eso es
algo que ha aprovechado el cine para reforzar con la música lo que cuentan las
imágenes de las películas, desde los tiempos del cine mudo con el
acompañamiento musical como único apoyo de lo que se veía en pantalla hasta los
actuales, donde se siguen usando músicas alegres, tristes o intrigantes según lo que se quiera
transmitir.
El irlandés John Carney, tras unos años como bajista en un
grupo, debutó en el cine hace unos años
con “Once”, una película que hizo las delicias de muchos a la hora de retratar
a una pareja de músicos que sobreviven en
las calles de Dublín, llegando incluso a ganar el Oscar a la mejor canción.
Ahora ha cambiado Dublín por Nueva York a la hora de ambientar su nueva
historia, también marcada por el poder de la música, que habla de las rupturas
y reconstrucciones que tienen lugar en nuestra vida.
Novios desde el instituto, la pasión por la música lleva a la británica
Gretta (Keira Knightley) y a su novio Dave (Adam Levine) hasta Nueva
York. Pero cuando él, una vez alcanzado el éxito y la fama, la abandona,
ella se queda completamente desolada. Una noche, un productor de discos
(Mark Ruffalo) recién despedido, la ve actuar en un bar de Manhattan y
queda cautivado por su talento y la propone grabar un disco, algo que ella, aún dolida por la ruptura, no se había planteado.
Si en “Once”, Carney hablaba del enamoramiento de dos
músicos callejeros, en “Begin again” habla, entre otras cosas, del
distanciamiento de los músicos al llegar al éxito (seguramente inspirado por la
realidad, ya que la pareja de “Once”, que también lo fueron en la vida real, se
separaron al no poder digerir el éxito de la película). Dave y Gretta parecen
la pareja perfecta, son jóvenes, guapos, se entienden a la perfección y él
canta las canciones que ella le escribe, lo que lleva a firmar un jugoso
contrato con una discográfica. El inicio del éxito de Dave y el progresivo
arrinconamiento de Gretta será lo que les separe. Por su parte, Dan es un
productor musical que ha perdido la fe en lo que hace, incapaz de encontrar un
sonido que le inspire hasta que la casualidad le pone ante las narices el
talento de Gretta, acostumbrada a estar en la sombra y que con Dan tendrá la
opción de llevar a cabo algunos de sus sueños. A ambos les une la inspiración
artística y la desesperación, que irá construyendo una amistad que
les hará replantearse muchas cosas.
“Begin again” es una película musical, aunque no un musical
al uso, pues aquí los actores no se ponen a bailar de repente ni les siguen
decenas de extras que casualmente interpretan la misma coreografía con gran
precisión. Lo que sí hay es varios momentos de interpretación de las canciones
que Gretta compone y canta para el disco que Dan le produce y que son
interpretadas en varios rincones de Nueva York, grabadas al aire libre, con los
ruidos y el ritmo de la ciudad como
fondo sonoro. Y es la propia Keira Knightley quien canta las canciones, sin
dobles, defendiéndose bastante bien y con una voz bonita.
Además de cantar, Knightley deja por un momento los
personajes de época en los que se ha especializado y aunque aquí se lleva su
parte de drama, tiene la oportunidad de interpretar a un personaje más luminoso
y relajado que la mayoría de los roles que ha hecho hasta ahora. Así que cambia
corpiños y enaguas por pantalones anchos y vestidos veraniegos para lucir un
aspecto acorde con la chica tímida de inquietudes artísticas que trata de
encontrar su hueco. Ella y Mark Ruffalo (un buen actor muchas veces relegado a
papeles secundarios de los que saca todo lo posible por mala que sea la
película y que ahora tiene la oportunidad de ser al fin reconocido por el gran
público por su intervención como Hulk en “Los vengadores”) hacen un buen
trabajo y logran una gran química entre sus personajes, dos seres heridos que
tienen la oportunidad de empezar de nuevo y de crecer gracias al otro. Pero además de Knightley y Ruffalo, el
resto del elenco está a la altura de las circunstancias, incluido un Adam
Levine en el que yo no confiaba mucho y que sabe componer con acierto un
personaje que podría haber sido el capullo de manual, pero que tiene más
aristas.
Sin embargo, a la película se le puede reprochar no dar un
poco más de relevancia a la mujer e hija del personaje de Ruffalo (bien defendidas por Catherine Keener y Hailee Steinfeld), de las que
se echa en falta saber un poco más y acaban definidas en pocos trazos. Un
defecto que sin embargo no acaba afectando a que la película deje un buen sabor de boca con
una historia que mezcla con acierto comedia y drama y suena auténtica, sin que
las emociones parezcan recalentadas. Un problema éste de muchas películas que
al querer ponerse emocionales acaban siendo tópicas.
“Begin again” es una buena película para degustar en un verano marcado
siempre por las superproducciones que tanto se parecen entre sí y que además tiene una banda sonora para escuchar más de una vez. Yo, de hecho, la he estado escuchando mientras escribía esta entrada, reviviendo escenas y sensaciones según la canción. Cosas de ese poder inefable que tiene la música.
A mí me gusta Keira Knightley, me cae bien, y he oído hablar bien de la peli. Mark Ruffalo no me gusta, pero no le tengo tanta manía como para descartar ver una peli por su culpa.
ResponderEliminarEs cierto que ahora se ha dado a conocer a mayor escala con su papel de Bruce Banner (en el que no encaja en mi opinión), pero tristemente no será muy aclamado por los fans, pues cuando él aparece en pantalla quiere decir que no está Hulk, que es a quien todos queremos ver realmente.
La peli está bien, es de las que se deja ver y son sencillas sin que te hagan sentir que estás viendo una parida. Y para los que somos fans de Keira Knightley es cita obligada, que aquí luce muy guapa y con unos estilismos estupendos, jajaja.
EliminarMark Ruffalo es uno de esos actores que ha hecho de todo, desde cine independiente al más comercial y no está lo suficientemente metido en ninguno de ellos por lo que no le han encasillado aún. A mí me cae bien porque ha tenido que sobreponerse además a desgracias personales como un tumor cerebral del que se curó y de la muerte de un hermano