martes, 22 de julio de 2014

Bellezas en el tiempo

Hace 13 años, a estas alturas más o menos del mes de julio aparecía en los kioskos, como todas las semanas, la revista Interviú, esa fuente de inspiración para las fantasías masculinas de todas las edades. Una revista de esas que los adolescentes podíamos mirar pero no tocar, sin posibilidad de tener en tus manos a la atractiva chica de portada a menos que la comprases para guardarla a escondidas sin que la descubrieran tus padres. Ahora, con Internet uno tiene acceso inmediato a cualquier cosa que se le ocurra y con imágenes de buena calidad, pero los que crecimos con la única presencia del papel siempre sentimos esa extraña sensación de invasión de terreno prohibido y atrayente cuando el olor del papel de esas revistas erótico-festivas llegaba a nuestras narices o cuando alquilábamos en el videoclub las VHS más picantonas y el líquido de conservación de las cintas quedaba grabado como el olor del pecado.

 

Decía pues, que hace 13 julios una Interviú me llamó especialmente la atención y era por tener en su portada unas fotos robadas de Inés Sastre con el pecho al descubierto en la playa. Sastre era por aquel entonces uno de mis mitos eróticos y me gustaba conservar todo lo que veía sobre ella, así que esa vez dejé de mirar la revista y la compré, con mucho cuidado de que no me la descubrieran. Para más curiosidad, en aquel número también aparecía un desnudo robado de la actriz Lola Baldrich, que me había gustado desde que la vi en "Médico de familia" y en páginas interiores descubrí que había un reportaje sobre la vida del cómico Miguel Gila, uno de los rostros que más me gustaba ver en la tele durante mi infancia y que había fallecido unos días atrás. Muchos recuerdos y muchas sensaciones, infantiles y adolescentes, unidas en una sola revista que aún hoy conservo en estado impecable (hay pocas cosas que me den más pena que el papel deteriorado).


Viene esto a colación porque 13 años más tarde de aquel robado, estos días he vuelto a ver a Inés Sastre en la playa, más tapada y con algunas variaciones en ese cuerpo, igualmente mojado pero con un aspecto que deja en evidencia los años transcurridos. Aquella mujer de 27 años ha dejado paso a una de 40 que muestra que quien tuvo retuvo, pero que el tiempo tampoco pasa en balde.




Y esta madurez de Inés Sastre me ha hecho pensar en aquello que los clásicos ya entendieron siglos antes del nacimiento de Cristo, que el tiempo huye y la juventud con él y que esto no dejan de ser etapas en la vida que deben saber negociarse y aceptar porque a todos nos va a llegar. Pienso por ejemplo en algunas actrices de cine de hace décadas, que podemos ver en su estado de máxima lozanía y belleza si ponemos alguna de las película en las que participaron. Voy a aprovechar para citar a mis favoritas.

Jane Birkin: Una mujer guapa y que además tenía ese "algo" especial para ser tremendamente actractiva hiciera lo que hiciera, para ser una fantasía con ropa o sin ella. Probablemente ese "algo" fue lo que la llevó siempre a sentirse atraída por los hombres feúchos pero con temperamento artístico, siendo los más destacados el compositor musical John Barry, el cantautor Serge Gainsbourg y el director de cine y ocasional actor Jacques Doillon. La carrera de Birkin en cine siempre ha sido un tanto errática, pero siempre dejando constancia de su encanto en películas como "Blow up", "La piscina" o "La miel".









Julie Christie: También británica es Julie Christie, que hipnotizó a propios y extraños con su melena rubia y sus ojos claros. Al igual que Birkin fue una chica que representó muy bien el espíritu de los 60, una época de cambios y de mayores libertades, de chicas que no se conformaban con quedarse en casa a la sombra de sus novios/maridos. “Doctor Zhivago” no es mala opción para descubrir a Christie, aunque yo me quedo con su participación en “Darling”, que le valió un Oscar.



 
Brigitte Bardot: La mujer capaz de rendir a cualquier hombre a sus pies, con un movimiento de sus ojos y con un físico de los de quitar el hipo. Su mezcla de elegancia con un componente intrépido y una cierta frialdad, de mujer fatal, fue aprovechada en películas como “Y Dios creó a la mujer” o “El desprecio” antes de su retirada a los 40 años. Su primer marido, el siempre calenturiento director Roger Vadim, fue quien la descubrió para el cine y quién la juntó en una de sus últimas apariciones en pantalla a Jane Birkin en "Si Don Juan fuera mujer", una fantasía de una mujer seductora que, en un alarde de metatextualidad lúbrica desnudaba en la misma cama a dos de las mujeres más deseadas de su tiempo mujeres. Dos mujeres que además tenían en común haber estado con Serge Gainsbourg (Bardot fue novia del cantautor antes de Birkin).





Françoise Dorléac: Si Bardot representa a un tipo reconocible de mujer francesa, Françoise Dorléac sería la otra derivación de ese arquetipo. Sin necesidad de un cabello rubio ni de un físico de bandera su sofisticación y su aire de misterio son suficientes para seducir, tal y como lo hacía con el protagonista de “La piel suave” de François Truffaut. Su muerte prematura en un accidente de tráfico segó una carrera que prometía haber sido más interesante que la de su hermana, Catherine Deneuve, a la que superaba en todo. Curiosamente, ambas trabajaron a las órdenes de Roman Polanski, Deneuve en "Repulsión" y Dorléac en "Callejón sin salida".
Sofia Loren: Si Bardot y Dorléac desempeñaron el papel de mujer francesa, Sofia Loren ha sido siempre el paradigma de mujer italiana, con curvas en todo su cuerpo y con mucho temperamento. Además de una mujer de bandera, siempre fue una gran actriz, capaz de cubrir varios registros, del drama a la comedia. Se le puede recordar por su papel de doña Jimena en “El Cid”, pero para apreciar a Loren hay que verla en sus películas italianas con Marcello Mastroianni , como “Matrimonio a la italiana” o “Ayer, hoy y mañana”, a poder ser en versión original para degustar mejor ese idioma italiano tan tendente a la exuberancia.


Grace Kelly: Descendiente de irlandeses afincados en Estados Unidos, Grace Kelly fue uno de esos casos del glamour del Hollywood clásico, de apariencia inaccesible para el resto de los mortales, por lo que quizá su entrada a una casa real era el paso natural. Con un puñado de películas rodadas en apenas 4 años, Kelly se convirtió en Princesa de Mónaco y dejó el cine a una edad en la que muchos están empezando, habiendo ganado un Oscar y habiendo rodado con grandes como John Ford en “Mogambo” y Alfred Hitchock en “Crimen perfecto”, “La ventana indiscreta” o “Atrapa a un ladrón”, hecha en las mismas carreteras de las que sería princesa y en las que encontraría la muerte apenas pasados los 50 años, cuando su belleza aún superaba a la de muchas mujeres más jóvenes.



Jane Fonda: En la estela de Jane Birkin y Julie Christie podemos incluir a esta otra mujer cuyo nombre empieza por J. Una mujer que a pesar de su físico de reina del baile del instituto siempre se mostró más inquieta por otros temas que no fueran su melena rubia, que tiñó y cortó varias veces. “La jauría humana” y “Barbarella”, con diferencia lo más bizarro que ha hecho en su carrera, en lo que tuvo no poca influencia el director Roger Vadim (que al igual que Gainsbourg fue un coleccionista de bellezas a pesar de ser no muy agraciado y estuvo con Fonda después de dejar a Bardot). Algunos de los papeles más convencionales que hizo para una mujer que siempre apostó por ser algo más que una cara bonita.



Faye Dunaway: La mezcla de perspectivas artísticas e ideológicas en la película “Bonnie & Clyde” hizo que su Bonnie Parker tuviera la apariencia del Hollywood clásico con las inquietudes vitales de la segunda mitad de los años 60. Creo que Faye Dunaway nunca estuvo tan bella como en la película de Arthur Penn.



Katharine Ross: Su candor y su falta de pretensiones enamoraban al descreído Ben Braddock de “El graduado” y los bandidos Butch Cassidy y Sundance Kid en “Dos hombres y un destino”, sus dos filmes que han pasado al historia del cine.









Natalie Wood: De padres rusos, empezó en el cine siendo una niña que no creía en Papá Noel en “De ilusión también se vive” y creció delante de la pantalla mostrando su pelo azabache y sus ojos oscuros en películas como “West side story”, “Propiedad condenada” o “Bob, Carol, Ted y Alice”. Falleció cuando parecía que su estrella empezaba a apagarse en 1981, en un accidente, un asesinato o un suicidio navegando en alta mar en un suceso que nunca se ha aclarado.








Cybill Sheperd: Aparecía como un ángel rubio con apenas 18 años en “La última película”, enamorando al director, que dejó a su mujer para emparejarse con aquella chica que en la película había enfrentado a sus protagonistas con una belleza incontrolable para los demás y para ella misma. Años después sería el objeto de las fantasías del alocado taxista que DeNiro bordaba en “Taxi Driver” y acabaría sus años dorados en los 80, como pareja de Bruce Willis en “Luz de luna”, una serie que trasladaba los códigos de la comedia clásica a la América de los cardados y las hombreras.







Ursula Andress: Actriz suiza que tuvo un debut memorable en el cine, en la primera cinta de las aventuras de James Bond, donde se luce en bikini en una playa jamaicana. Luego estuvo explotando su faceta sexy en otras pelis donde no tuvo la oportunidad de brillar de igual manera.


Hablo de todas estas actrices sin mostrar imágenes de ellas en sus años de madurez, porque las comparaciones son por fuerza odiosas y el tiempo hizo, como no podía ser de otro modo, mella en sus caras y cuerpos. Lo fácil sería destacar los estragos de la edad, pero lo que las imágenes de Inés Sastre me ha traído a la cabeza es lo rápido que puede pasar todo y como los cuerpos que hoy admiramos seguirán el camino de nuestras madres y abuelas, que probablemente fueron como las mujeres que he señalado aquí, atractivas y chispeantes en sus años de juventud. Ver fotos de la gente de mi familia en su juventud y ver fotos de parientes a los que nunca llegué a conocer por haber muerto antes de nacer yo siempre me ha llamado la atención, por verles siempre ataviados con sus mejores galas, sabiéndose dueños del momento que vivían y en muchos casos sin saber cómo serían sus vidas el año siguiente. De ver una mirada, un gesto de la boca, una forma de posar o una actitud que luego han tenido otros familiares o incluso yo mismo y de ser consciente de cómo el ciclo de la vida se repite.

Por eso, para los adolescentes de hoy día Inés Sastre será vista como una mujer mayor, como para mí pueden ser muchas de estas actrices, pero espero que con los años sean conscientes de que la belleza es temporal y lo que queda son otras cosas, quizá menos tangibles, pero más poderosas e influyentes en nuestra alma. Por de pronto, además de la revista yo aún guardo esa otra imagen de una Inés Sastre juvenil posando en la cubierta de “Las edades de Lulú”, uno de mis libros de iniciación a algunos de los misterios de la vida. De una vida que tantas veces queremos controlar y que tantas veces escapa a nuestro control.


3 comentarios:

  1. Qué mal me ha caído siempre Inés Sastre, aunque no se conserva mal.

    De todas las que mencionas, si tuviera que transformarme en una de la lista creo que me quedaría con Jane Fonda. Tampoco me cae muy bien, pero tenía de joven una sonrisa divertida.

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    1. Inés Sastre tiene una gran capacidad de caer mal, no eres la única, jeje. De hecho, a riesgo de quedar como un superficial, a mí siempre me ha gustado más físicamente que otra cosa, las veces que la he visto como actriz me ha resultado muy mejorable, menos mal que no tiró por ahí. Pero tiene ese algo que te hace mirarla.

      Jane Fonda de joven fue vista como la clásica rubita, pero siempre quiso dejar claro que no tenía un pelo de tonta y en ocasiones salió en pantalla más fea de lo que era para demostrarlo. Lo que no quita para que en los 80 hiciera vídeos de fitness mostrando lo que había que hacer en el gimnasio para mantenerse en forma. Siempre ha tenido ese aire contradictorio la hija de Henry y la hermana de Peter Fonda

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  2. Francoise Dorleac, bella y gran actriz. Inolvidable y eternamente joven. "La piel suave" es una película que muchos no conocen y que desarrolla una historia que atrapa. Me gustó tu blog. Te sigo leyendo.

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