Como bien saben los habituales del blog, no me importa ver películas muy diferentes entre sí siempre que me llamen la atención y eso he hecho una vez más, con dos cintas bastante dispares, surgidas del dibujo, de dos formas de entender esa disciplina artística. Hoy hablo de "Renoir" y de "Kick Ass 2. Con un par".
Pierre-Auguste Renoir fue uno de los pintores más celebrados
de finales del siglo XIX y su hijo Jean es uno de los directores más recordados
del cine francés. La película de Gilles Bourdos no es un biopic al uso, sino
más bien un reflejo de la idea de la creación artística en un hombre cuya vida
se extingue y en otro cuya vida está comenzando.
“Renoir” habla sobre el valor de la creación y del espíritu
artístico en contraste con el mundo real. Auguste Renoir (Michel Bouquet) vive en la campiña, ajeno
a todo lo que sucede mientras el resto de Europa combate en la Primera Guerra
Mundial. Echa de menos a su hijo Jean (Vincent Rottiers), que lucha en el frente, aunque no por ello
cambia sus intereses artísticos. Imágenes amables, con la naturaleza y las
mujeres desnudas centran la obra de un hombre que apenas puede moverse por la
artritis y que piensa seguir pintando hasta que muera, porque para él el
impulso artístico es el impulso vital. Así conocerá a Andreé (Christa Theret), una joven que le
servirá de modelo y de inspiración para nuevos retratos. Una mujer a la que
pinta en movimiento porque lo que le interesa de ella es esa piel que refleja
la luz del Sol, ya que como dice el propio autor, para pintar cosas inmóviles,
haría bodegones con frutas. Un autor que defiende el movimiento de la vida en
comparación al de un objeto movido por las aguas de un río, que cree en dejarse
llevar y en adaptarse a las circunstancias.
La aparición de su hijo Jean, herido en la guerra y el
interés mutuo que se despertarán él y Andreé vendrá a perturbar esa
tranquilidad de Renoir. Ella quiere ser como una de esas actrices que ve en las
películas y él no sabe qué hacer con su vida y se deja llevar por esa corriente
para terminar enfocando sus inquietudes al cine.
En este tipo de películas el componente actoral es
fundamental para llegar a buen puerto y cabe resaltar especialmente el trabajo
de Michel Bouquet como el viejo Renoir, mostrando la vulnerabilidad de esa edad
al tiempo que deja patente su incorruptible voluntad artística. Un peldaño por
debajo se quedan una preciosa Christa Theret y Vincent Rottiers como Andreé y
Jean Renoir, que sin hacerlo mal no pueden evitar caer en un cierto inmovilismo
en sus personajes, no terminan de darles la vida necesaria. Una interesante
propuesta sobre esa familia de creadores, pespunteada por la bonita banda
sonora del siempre estupendo Alexandre Desplat.
Y de las verdes praderas y los apacibles ríos que sirvieron
de inspiración a los cuadros de Renoir, pasamos a la jungla de asfalto por
antonomasia, a Nueva York y a otros personajes salidos de un dibujo, aunque en
en este caso con un tono menos bucólico. Hablo de “Kick Ass 2. Con un par” (con
una coletilla en el título español que no está en el original y que imagino que
pretende dejar claro el tono cómico de la peli para aquellos que vayan a ver
las películas por el título).
Después de que la loca valentía de Kick-Ass (Aaron Johnson) inspirara a toda una oleada de nuevos defensores del bien dirigidos por el implacable coronel Barras y Estrellas (Jim Carrey), nuestro héroe decide unirse a ellos. Pero cuando Bruma Roja (Christopher Mintz-Plasse), que regresa con el nombre de El Hijoputa, decide deshacerse de esta panda de superhéroes aficionados, solo Hit Girl (Chloë Grace Moretz) podrá impedir que los aniquile.
“Kick Ass” fue hace pocos años una de esas películas que
sufren el efecto del globo hinchado, que generan una expectación que no se
refleja en los resultados de taquilla. El revuelo que causó en Internet,
especialmente en el mundillo friki, la adaptación del cómic de Mark Millar y
John Romita Jr. (hijo de John Romita, el mítico ilustrador de “Spiderman”) fue
de órdago y los productores se frotaron las manos por el éxito que se
avecinaba. Pero una cosa es escribir paridas por Internet y otra es pasar por
taquilla, así que el éxito fue bastante moderado, convirtiendo a “Kick Ass” más
en fenómeno de culto. Una simpática cinta sobre un chaval que en la vida real
era un pringadillo que decidía vestirse de superhéroe para emular a sus
referentes de los tebeos, llevándose algunos palos por el camino, que una cosa
son los cómics y otra la vida real, donde los golpes dejan consecuencias.
En esta secuela se ofrece más de lo mismo pero corregido y
aumentado, como en toda segunda parte que se precie, esta vez de la mano de Jeff Wadlow ("Cry Wolf", "Rompiendo las reglas"), que sustituye a un Matthew Vaughn ("X-Men. Primera generación") que aquí se queda de productor. Kick Ass vuelve a la carga
y esta vez lo hace acompañado de un grupo de superhéroes tanto o más bizarros
que él. La palma se la lleva el Coronel Barras y Estrellas, al que da vida un
irreconocible Jim Carrey y que es uno de esos personajes que demandan a gritos
más metraje. Si en la primera parte era Nicolas Cage el actor conocido en horas
bajas que mostraba su talento en un personaje memorable, aquí le toca a Carrey
ofrecer momentos de calidad.
Aunque no nos engañemos, la verdadera alma máter de esta
secuela, tras ser la revelación de la primera parte, es Chloë Grace Moretz y su
Hit Girl, esa niña capaz de volar los sesos al más pintado y que aquí ya es una
adolescente que duda entre impartir justicia o hacer cosas de quinceañeras
(impagables las escenas que comparte con otras compañeras de instituto). Moretz
es una jovencita muy prometedora y que con la edad se está volviendo más guapa,
así que si la cosa no se tuerce tenemos estrella en ciernes.
Del resto podemos decir que cumplen haciendo más de lo mismo, pero sin la novedad que aportaba el original. Aaron Johnson (ese chaval que con 23 años tiene dos hijos con una directora de 46 a la que conoció en un rodaje) y Christopher Mintz-Plasse (el McLovin de “Supersalidos”) dan vida con convicción a dos frikis que solo se sienten importantes con sus ridículas mallas, una irónica reflexión sobre los héroes de cómic que ya apuntó en su día Alan Moore en “Watchmen”, hecha película por Zack Snyder.
“Kick Ass 2. Con un par” es un filme en el que no faltan las
palizas, la sangre y el humor negro y que por ello no es muy recomendable para
un público generalista. Los que más la disfrutarán serán aquellos que conecten
con su parte friki y se dejen llevar por las aventuras de un grupo de inadaptados
que están lejos de ser tan glamurosos como Superman, Spiderman o Batman.
No tengo prevista ver ninguna de las dos, el arte no me llama especialmente la atención, al menos lo que es considerado arte para la mayoría (cuadros, esculturas) Pero quería comentarte es que me encanta que tengas intereses y gustos tan eclécticos.
ResponderEliminarSerá porque a mi me pasa igual con la música y me encanta que personas a las que yo considero cultas como tu no se avergüencen ni se corten de decir que les gustan cosas que otros pueden tachar de banales o burdas.
Lo veo un símbolo de valentía y honestidad, y de importarle poco lo que opinen los demás.
Yo cuando iba de pequeño a los museos o a visitar catedrales y colegiatas me aburría soberanamente, hasta que di en el colegio una asignatura de Arte que cambió mi percepción y aprendí a ver todo lo que había tras los cuadros, las esculturas y las catedrales. Y sigo aprendiendo.
EliminarCreo que al final se trata de probar con diferentes cosas y de ir quedándote con lo que más te gusta, lo que más te atrae. Yo puedo ver una película en blanco y negro y acto seguido una comedia gamberra de instituto y no hay ningún problema, puedo disfrutar ambas si me apetece verlas y me resultan interesantes, no me importa admitirlo. Con la música me pasa igual, que puedo disfrutar por igual a Vivaldi y a David Guetta, es abrir los gustos y valorar cada cosa en su contexto
Bueno esos gustos variopintos no son tan raros, es cierto que hay gente que se cierra y pasa de ver cine independiente, o al revés gente "cultureta" que pasa de ver cine comercial (no sé cuales son peores). Mis gustos dispares son extrapolables a todo en mi vida, desde música, vestimenta, amigos/conocidos, actividades...absolutamente todo, soy muy adaptable y necesito esa variedad porque sino me canso y me aburro.
ResponderEliminarAl final me vas a hacer ver Kick Ass y eso que vi la primera y no me entusiasmó, digamos que me esperaba algo más. Bueno ya veré...a ver si la veo :P La de renoir no me convence mucho claro que si habla del desayuno de los remeros...es que es cuadro es...me he perdido en él millones de veces...ya lo explicaré en el blog :P
Eso está bien, picar un poco de todos lados y si te gusta seguir haciéndolo, cuanto más variados sean los gustos eso que nos llevamos, más posibilidades de aprender y crecer.
EliminarLa segunda parte de "Kick Ass" va un poco en la línea de la primera, con mucho friki suelto y unas cuantas palizas de por medio, así que aquella no te gustó no sé si esta te convencerá
Anda...
ResponderEliminarEstoy segura de que me encantará "Renoir"
Con Kick Ass no lo tengo tan claro, vaya.
¡Besos!
Creo que te puede gustar más la de "Renoir", la otra es más para un desahogo freak, no es una película que reviente taquillas precisamente por eso
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