En mi última cita con el cine he optado por dos películas que hablan sobre la humanización y la sociabilidad de forma muy dispar, como a veces me gusta mezclar. Una de ellas con un gran despliegue de acción y efectos especiales al puro estilo Hollywood y la otra recurriendo al intimismo y a los pequeños detalles. Hoy hablaré de "Elysium" y "Tú y yo".
En el año 2159, los seres humanos se dividen en dos grupos: los
ricos, que viven en la estación espacial Elysium, y todos los demás, que
sobreviven como pueden en una Tierra devastada y superpoblada. Rhodes (Jodie
Foster), una dura gobernante, promueve una rígida ley antimigración, cuyo
objetivo es preservar el lujoso estilo de vida de los ciudadanos de la estación
espacial. A pesar de ello, los habitantes de la Tierra harán todo lo posible por
emigrar a Elysium. Max (Matt Damon) acepta una misión casi utópica, pero que, si
tuviera éxito, significaría la conquista de la igualdad entre las personas de
esos dos mundos tan opuestos.
"Elysium"
es la nueva película de Neill Blomkamp, un director sudafricano que
logró la fama hace pocos años con "District 9", una curiosa película
sobre unos extraterrestres que vivían en nuestro mundo y que estaban
recluidos en ghettos, separados del resto de los humanos. Una acción que
al desarrollarse en Sudáfrica tenía claros ecos del apartheid entre
negros y blancos que sufriera aquel país durante muchos años. En esta
ocasión, Blomkamp también toca el tema social mezclándolo con la ciencia
ficción, de modo que los más poderosos viven en una estación espacial
con todos los lujos a su alcance, aire puro y un entorno agradable, con
dispositivos para curar cualquier enfermedad que sufran. Por su parte,
en la Tierra viven los que menos tienen, con pocos recursos para
sobrevivir, en ciudades deshumanizadas y mueren hacinados sin poderse
curar de sus males. Los intentos de escapar a ese Elysium paradisíaco
son ilegales y todos los que intentan llegar son deportados o
exterminados. Será en esta situación en la que el protagonista, un
delincuente regenerado, luchará para que se haga justicia, movido en
principio por su propio interés y finalmente por rebelión a las
injusticias que presencia a diario.
Esta
película es de las que no molesta al espectador y de las que deja un
buen regusto cuando sales de la sala, pero que al mismo tiempo se va
cayendo en el recuerdo una vez que piensas en ella y te vas dando cuenta
de sus puntos flojos. Como premisa de ciencia ficción no aporta nada
nuevo (hay mucho de "Mad Max" y de James Cameron) y como mensaje social ya está muy visto lo que propone, con la
clara metáfora de la sociedad cerrada en sí misma que no tolera a los
extranjeros zarrapastrosos. Tampoco ayuda su convencional desarrollo,
con algunas concesiones al sentimentalismo en la relación entre el
personaje de Matt Damon y el de la enfermera que interpreta Alice Braga.
Por contra, sí que queda para el recuerdo ese sádico soldado que
persigue a Damon y que interpreta con gran acierto e ironía Sharlto
Copley (el que fuera protagonista de "District 9" y al que hemos visto
también como Murdock en la película de "El equipo A"), que consigue
convertirse en uno de esos malos memorables más interesantes que el
bueno de turno a pesar de no tener demasiado metraje. Damon y Foster son
más predecibles en sus composiciones y simplemente cumplen la papeleta.
Una
cinta que empieza mejor de lo que acaba y que no deja el mismo buen
sabor de boca que "District 9", una de esas que pasan al montón de
películas de ciencia ficción distópica que se dejan ver pero que tampoco
le cambian la vida a uno.
Más que "Elysium" me ha gustado "Tú y yo", la última película
del italiano Bernardo Bertolucci tras diez años sin dirigir a causa de una
enfermedad que le ha dejado en silla de ruedas. Películas como "El conformista",
"El último tango en París", "Novecento", "El último emperador" o "Soñadores",
son algunos de los filmes que ha legado este legendario director a lo largo de
cinco décadas de carrera.
"Tú y yo" cuenta la historia de Lorenzo (Jacopo Olmo
Antinori), un joven de 14 años que, hastiado de la gente que le rodea y de todo
cuanto sucede a su alrededor, finge marcharse a una excursión del
colegio para encerrarse en el sótano-trastero de su casa durante una semana.
Allí pretende vivir según sus reglas y criterios, sin preocuparse de lo que le
rodea. Para su desgracia, su hermanastra mayor Olivia (Tea Falco) irrumpe como
un vendaval para alterar su retiro e introducirle en la caótica realidad que se
está perdiendo y que acepte que las cosas no son como uno quiere, pero pueden
ser gratificantes.
Cuenta Bertolucci que tras pasar unos años sumido en el dolor
por su postración leer la novela de Niccolo Ammaniti en la que se basa la
película le produjo un efecto terapéutico y quiso hablar de la historia de esos
hermanastros que han seguido caminos diferentes en la vida pero que tienen en
común una gran soledad que los aparta del resto del mundo. El sótano en el que
pasan unos días les servirá para conocerse mejor y acabar viendo, tras los
recelos iniciales, que tienen más cosas en común que un padre que siempre ha
estado ausente en la vida de ella y que tampoco es parte importante en la de
él.
Siempre se dice que el proceso de identificación con alguno de
los personajes ayuda a que conectemos más con la narración y ese ha sido mi caso
con el personaje protagonista. Un chaval que está empezando la adolescencia y
que tiene el lógico cabreo con el mundo de esa etapa, tratando de buscarse a si
mismo en esa edad en la que se deja de ser un niño casi de un día para otro y la
naturaleza te convierte en adulto rápidamente, cuando la voz empieza a
agravarse, el pelo crece en zonas donde no estaba y la piel se motea de granos
(algo de lo que afortunadamente me libré). Un cambio fisiológico que cuesta
asumir cuando todavía se tiene la mentalidad infantil con toques de esa visión
adulta, una especie de larva que todavía no se ha acabado de abrir y que
necesitará de unos años para ello. Una transformación en la que se pasa por
momentos muy complicados y en la que se suelen hacer muchas tonterías,
necesarias para ir aprendiendo y madurando. Yo me recuerdo como Lorenzo,
introvertido y con mi propio mundo, con una madre empeñada en que hiciera
actividades para socializarme, por miedo a verme convertido en una especie de
tío raro y yo prefiriendo quedarme leyendo en casa antes que salir con gente que
no me entendía. Hasta que por fin aparecía quien podía hacerlo.
Aquellos que, dada la habitual carga erótica de la filmografía
de Bertolucci, esperen una historia morbosa entre hermanastros se van a
equivocar, ya que el realizador propone una historia basada en las emociones y
el mutuo conocimiento entre un chavalito que está empezando a madurar y una
joven que a sus veintipocos años ha madurado demasiado rápido, frustrando su
carrera como artista por adicción a las drogas. A ello ayudan las sutiles
interpretaciones de Jacopo Olmo Antinori y la hermosa Tea Falco, él taciturno y receloso y
ella con una vitalidad que hará que se enfrente a sus miedos y tenga nuevos
deseos de aceptar las cosas como son. Quiero destacar una secuencia en la que
ambos bailan al ritmo de la adaptación italiana que hizo David Bowie de su
famosa canción "Space Oddity", una canción que habla de soledad y en la que se
muestra la soledad de sus dos protagonistas.
Una película sobre relaciones fraternales que Bertolucci
dedica a su hermano Giuseppe, fallecido durante el proceso de montaje y que ha
sido coguionista de algunas de sus cintas. Una película de un hombre que ya ha pasado de los 70 años y que ha firmado una obra con una frescura que ya quisieran muchos directores más jóvenes que él.
Tengo más probabilidades de ver Elysium que Tú y yo. En el cine por lo menos. Quieren prohibir el pirateo pero no ofrecen diversidad. Yo he visto películas que si no las descargo no las podría ver en mi vida. En fin...cabreos.
ResponderEliminarYo también fui una encerrada de esas, pero es que en la escuela había poca diversidad de carácteres también...gente falsa a punta pala, deportes cero patatero, ah bueno sí mi madre me apuntó a ajedrez...duré un mes. Es increíble como a menudo en ciertos lugares hay una concentración elevada de gente con la que no eres capaz de integrarte o al contrario con la que te integras con facilidad...
La distribución en cine es la que es y películas como la de Bertolucci la estrenan en circuitos reducidos de versión original porque saben que interesarán más a ese público que al de multisala y tristemente los números les dan la razón muchas veces. Lo malo es que en la mayoría de ciudades del país no existe ese circuito de versión original a menos que alguna Filmoteca salve la papeleta y traiga esas películas meses después. Y la otra opción es esperar a su distribución en DVD, que como no tengas un videoclub cerca lo llevas claro. Y eso por no hablar de la cantidad de películas que nunca se estrenan en nuestro país y que con suerte llegan en DVD, pero que muchas veces hay que recurrir a las redes para poder verlas. Creo que el futuro de la distribución son plataformas online donde se puedan ver las películas sin necesidad de ir al cine, aparte de los habituales métodos piratas que a buen seguro seguirán existiendo.
EliminarEs conocido aquello de que puedes estar rodeado de gente y sentirte solo, yo lo he sentido alguna vez, cuando he estado rodeado de gente con la que no quería estar o por la que sentía indiferencia, al igual que ellos por mí y eso me pasó especialmente en el colegio. Por eso soy de la máxima que mejor solo que mal acompañado, pero también es necesario que nos humanicemos y eso solo lo conseguimos en el contacto con los demás, cuando enfrentamos nuestro carácter a los de otros y de ese modo nos vamos puliendo y creciendo. Un hombre solo permanentemente acaba deshumanizándose.
Fíjate, también me apuntaron a una historia de ajedrez en la que duré muy poquito porque aquello me aburría soberanamente y solo estuve un par de días, tu mes me parece un récord, jajaja
No he visto Elyseum, pero pensaba que iba a tener mejores críticas, veo que al final se queda en poca cosa. Si lo sé me meto a ver Pacific Rim, que no engaña a nadie.
ResponderEliminarSobre la otra, debe tener muchos diálogos dado el argumento que cuentas, pero temo que será demasiado dramática para mi body.
"Elysium" empieza mejor de lo que acaba y cuando eso pasa en una peli al final te quedas un poco con ganas de que hubiera sido mejor. Haciendo un símil futbolístico, es como empezar ganando un partido por 3 a 0 y terminar 3 a 2, que queda mejor sabor de boca cuando el resultado es el mismo, pero se ha ido de menos a más.
Eliminar"Tú y yo" no es tan dramática como pueda parecer a primera vista. No es una comedia pero tampoco es un dramón intenso, es más bien agridulce, como la vida misma
Me atrae bastante más la segunda. Ayer fui al cine y estuve a puntito de entrar a Elysium pero recordé las críticas que había leído y me abstuve. Al final entré en "Ahora me ves" y no estuvo mal. Tampoco para tirar cohetes... jaja
ResponderEliminarBesos
"Elyisum" y "Ahora me ves" son dos ejemplos de cine comercial visible, de pasar el rato aunque no te vayan a remover gran cosa ni cambien tu visión de la vida ni las relaciones humanas. Pero la peli de los magos tiene a su favor que no cuenta con pretensiones de trascender y eso ayuda a que el resultado sea más satisfactorio, porque no promete más de lo que da, no deja lugar a la decepción.
EliminarBesos para ti también