lunes, 29 de octubre de 2012

El curioso caso de Javier Marías

 
 
En los últimos días el mundo literario ha estado algo revuelto por el rechazo del escritor Javier Marías al Premio Nacional de Narrativa que otorga el Ministerio de Cultura por su novela "Los enamoramientos", considerada la mejor novela en castellano publicada en nuestro país en 2011.
 
No es habitual que un escritor renuncie a un premio y menos a uno de este calado, por el prestigio que supone y los 20.000 euros de los que está dotado, bastante dinero para lo que se suele mover entre la mayoría de escritores, que luchan por vivir de sus letras. Y sin embargo, Marías lo ha rechazado asegurando que es una actitud coherente con una trayectoria en la que no ha querido aceptar ninguno de los premios que le han concedido. Y tal es así, que ha asegurado que si le concedieran otros premios aún más importantes, seguiría diciendo que no, porque no inició su carrera de escritor para ser premiado.
 
Y todo ello es un caso curioso porque el artista siempre tiene ese punto de vanidad, que hace que este tipo de reconocimientos sean bien recibidos en la mayoría de ocasiones. Quien escribe de cara a los demás, para que alguien lo lea, ya tiene ese punto de vanidad, de considerar que lo que ha escrito merece la pena ser mostrado al mundo. Pasa sin ir más lejos en el universo de la blogosfera, donde todos escribimos contando las cosas que nos pasan o nuestro punto de vista sobre diversos temas con la esperanza de que alguien lo lea. Si solo fuera escribir por escribir, nos conformaríamos con nuestro diario íntimo. Y esto no lo digo como algo criticable, en absoluto, todos los artistas y creadores que en el mundo han sido son más menos vanidosos, que lo suyo merece la pena y por eso lo enseñan.
 
También se da el caso del que dice que no a los reconocimientos, que dice que eso es todo mercadería y politiqueo y puede que sean ganas de hacerse notar, por vanidad una vez más. Darse un aura de malditismo y de inconformidad para ganarse el halago de los que piensen como él. No creo que ese sea el caso de Marías, que nunca ha querido ir de alternativo ni de "enfant terrible" en sus escritos.
 
Recuerdo cuando empecé a leer a Marías, en mi adolescencia, cuando publicaba sus artículos en la revista "El Semanal", que distribuyen los diarios del Grupo Vocento. Entonces leía con pasión a Pérez Reverte y me sentía envuelto por sus batallitas y sus diatribas, su forma de escribir cargada de tacos se entendía muy bien con la furia adolescente que yo tenía. Marías en cambio me parecía aburrido, siempre tan moderado y correcto en sus expresiones, de modo que si el tema de que hablaba no me interesaba, pasaba olímpicamente de él. Un día Marías dejó de publicar en "El Semanal" y no supe hasta años después que había abandonado sus colaboraciones en la revista por haberle sido vetado un artículo por temas religiosos.
 
Pasaron los años y lo redescubrí en "El País Semanal", al tiempo que descubrí "El País" (en mi casa solo se compra el periódico regional)y empecé a verlo con otros ojos. Yo había dejado de ser adolescente e incluso había terminado la carrera y muchas cosas de mí habían cambiado. Empecé a ver en Marías un estilo sencillo y certero, que iba al grano sin preocuparse por mostrar cuantas palabras conoce del diccionario (un mal de ciertos articulistas ñoños) y que tampoco tenía que decir palabrotas ni acordarse de la madre de nadie para transmitir sus ideas. Y todo eso me llamó y desde entonces le sigo cada semana, identificándome en varias de sus opiniones y su forma de mostrarlas
 
Sin embargo, no había leído ni una línea de su prosa. pensando que quizá fuera aburrido para los textos largos, aún se mantenía ese prejuicio de cuando era más joven. Y en esas estaba cuando me decidí a leer "Los enamoramientos", cuyo tema me interesaba y la experiencia fue grata. No es un libro que vaya a poner entre mis favoritos, pero me entretuvo leerla y noté a un novelista con oficio, que sabe contar cosas de modo que se queden en tu cabeza después de haberlas leído y que las reconozcas ten tu vida diaria.
 
Ahora Marías ha rechazado el galardón por este libro, porque aceptarlo sería en sus palabras una "sinvergonzonería", incoherente con su actitud anterior. No es fácil hacer eso, que el halago siempre es bien recibido y que te digan lo bueno que eres viene bien para la autoestima. Y tampoco creo que quiera convertirse en alguien ajeno al sistema, a darse bombo con ello. Creo que simplemente pasa del mamoneo, las intrigas y los estómagos agradecidos, tan frecuentes en todos los ámbitos de la vida.
 
Y eso no suele ser fácil, creo que no sería capaz de hacer lo mismo, un premio así es todo un sueño. Así que aunque solo sea por eso, me parece admirable la actitud de Marías.

7 comentarios:

  1. Cuando me enteré de que había rechazado el premio me sorprendió muchísimo, sobre todo porque ese dinero les viene muy bien a los escritores para su siguiente libro, como no le conocía no sabia el motivo.
    Ahora que se por ti como es este señor me parece muy admirable ser tan fiel a tus principios.

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    1. Decir que no a un galardón así no es fácil, por el prestigio, por el dinero y porque te puedan considerar un flipado de la vida, como si ese premio no fuera digno de ti. Y como imagino que no es por pose me resulta más admirable

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  2. Hombre, me gustó leer tus divagaciones porque no entendía la actitud de Marías. Creo que has estado acertado.
    Besos.

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    1. Pues me alegro de que te hayan gustado las divagaciones, jeje. Bienvenida al blog.

      Besos para ti también

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  3. Vaya así que éste es...es que como yo no veo la tele, ni siquiera las noticias, y la radio lleva tiempo apagada (desde que han cambiado las plantillas y los programas) pues ya solo me entero por mis padres. Me comentó mi madre el caso, pero no me dijo quién era el escritor. La verdad lo conozco de oidas pero no sé si habré leido tan siquiera alguno de sus artículos. A mi me parece que el hecho de no aceptar el premio no hace que pierda el prestigio, ganar lo ha ganado, que no lo tenga en su estantería no significa nada. Sus motivos tendrá para no aceptarlo pero vamos que podía haberlo aceptado y darme a mi el dinero si no lo quiere! :-P

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  4. Oye, pues los 20.000 euros de los que está dotado el premio no son moco de pavo, quien los pillara. Seguro que se lo queda algún jetilla que esté por medio, verás tú.

    Pues si te interesa leerle, aquí publican todos los artículos que va escribiendo en "El País Semanal", por si te interesa echarle un ojo

    http://javiermariasblog.wordpress.com/category/la-zona-fantasma/

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